La mexicana se libera de "ataduras" en su nuevo trabajo discográfico, "Primera fila", álbum grabado en directo y en el que proyecta su voz "desde el fondo de las entrañas".
La cantante mexicana Thalía se libera de "ataduras" en su nuevo trabajo discográfico, "Primera fila", un álbum grabado en directo y en el que proyecta su voz "desde el fondo de las entrañas" para contar "las historias que hay en cada una de las canciones".
"Si mañana muriera, este disco sería mi gran legado musical", asegura a Efe Thalía, que califica "Primera fila" (Sony) como "un sueño cumplido". "Siempre quise hacer un disco en vivo, pero no tenía el cómplice ideal ni el respaldo suficiente", explica.
Si bien nunca dispuso de "el tiempo suficiente para afrontar un proyecto de este calibre", la artista confiesa que tampoco estaba "preparada a nivel personal", y considera que "este disco no habría sido igual" si lo hubiera grabado "en momentos anteriores" de su vida.
"Durante los dos últimos años reflexioné y deseché algunos trazos míos que estaban obsoletos, y eso me ha convertido en una mujer más libre y que se acepta como es", apunta Thalía sobre los motivos que impulsaron "Primera fila", un álbum grabado los días 29 y 30 de junio de 2009 en el BankUnited Center de Miami.
Allí, frente a trescientos espectadores, la vocalista salió a cantar "con poco maquillaje, vaqueros, camiseta y zapatillas de deporte". "Lo más difícil de este proyecto fue colgar en el armario todo el estereotipo que Thalía conlleva", rememora.
La maternidad y una enfermedad que le llevó "a las puertas de la muerte" han funcionado como propulsores vitales de Thalía, que en la actualidad disfruta de "un estado natural, orgánico y sincero. He descubierto que lo importante es la esencia, lo íntimo y simple", apostilla.
No vacila la artista al subrayar que "Primera fila" es "el trabajo más duro" de cuantos ha llevado a cabo en su trayectoria profesional. "Me he sentido muy vulnerable, emocionalmente expuesta, y además no es un disco de estudio, en el que se puede arreglar lo que no te gusta", razona.
Manifiesta Thalía que no esperaba "nada" de su nuevo disco, ya fueran "discos de Oro, de Platino o "números uno" en las radios", pero se ha encontrado con la "agradable sorpresa" de que hasta sus más duros críticos ensalzaron "Primera fila".
"Los que criticaban mi música y me catalogaban de "producto de marketing" me escriben ahora para decirme que han llorado con este disco. Ese es el mejor premio que me han podido dar", expone la intérprete sobre la acogida de un álbum que mezcla temas originales y composiciones de grandes autores latinoamericanos.
Ricardo Arjona, Juan Luis Guerra, Roberto Carlos, Afo Verde o Joan Sebastian son algunos de los creadores a los que Thalía versiona en "Primera fila", un disco en el que ataca "canciones de primer nivel" como "Enséñame a vivir", "Qué será de ti", "Brindis", "Con la duda" o "Mujeres".
Tras quitarse "la máscara", la cantante desea que su futuro musical camine "hacia la buena música". "Quiero más canciones de este tipo, de este ángulo, de esta fuerza, que tengan movimiento interno y cuenten historias fuertes", declara sin olvidar su intención de "volver a compartir escenario con otros intérpretes y músicos".
Porque han pasado más de dos años desde que Thalía abandonara su hábitat natural, las tablas, ese espacio donde ahora se siente "más segura que nunca". "Tengo ganas de que mis conciertos sean íntimos, en lugares pequeños, con el público rodeando el escenario; me siento muy bohemia", comenta.
Subida en una ola de optimismo, Thalía proclama que se encuentra en "el mejor momento" de su vida, y cuenta con ilusión los días que restan para el inicio de su gira mundial. "En octubre empezaremos a recorrer toda América, y a España vendremos un poco más tarde", confirma.
-EFE-
"Si mañana muriera, este disco sería mi gran legado musical", asegura a Efe Thalía, que califica "Primera fila" (Sony) como "un sueño cumplido". "Siempre quise hacer un disco en vivo, pero no tenía el cómplice ideal ni el respaldo suficiente", explica.
Si bien nunca dispuso de "el tiempo suficiente para afrontar un proyecto de este calibre", la artista confiesa que tampoco estaba "preparada a nivel personal", y considera que "este disco no habría sido igual" si lo hubiera grabado "en momentos anteriores" de su vida.
"Durante los dos últimos años reflexioné y deseché algunos trazos míos que estaban obsoletos, y eso me ha convertido en una mujer más libre y que se acepta como es", apunta Thalía sobre los motivos que impulsaron "Primera fila", un álbum grabado los días 29 y 30 de junio de 2009 en el BankUnited Center de Miami.
Allí, frente a trescientos espectadores, la vocalista salió a cantar "con poco maquillaje, vaqueros, camiseta y zapatillas de deporte". "Lo más difícil de este proyecto fue colgar en el armario todo el estereotipo que Thalía conlleva", rememora.
La maternidad y una enfermedad que le llevó "a las puertas de la muerte" han funcionado como propulsores vitales de Thalía, que en la actualidad disfruta de "un estado natural, orgánico y sincero. He descubierto que lo importante es la esencia, lo íntimo y simple", apostilla.
No vacila la artista al subrayar que "Primera fila" es "el trabajo más duro" de cuantos ha llevado a cabo en su trayectoria profesional. "Me he sentido muy vulnerable, emocionalmente expuesta, y además no es un disco de estudio, en el que se puede arreglar lo que no te gusta", razona.
Manifiesta Thalía que no esperaba "nada" de su nuevo disco, ya fueran "discos de Oro, de Platino o "números uno" en las radios", pero se ha encontrado con la "agradable sorpresa" de que hasta sus más duros críticos ensalzaron "Primera fila".
"Los que criticaban mi música y me catalogaban de "producto de marketing" me escriben ahora para decirme que han llorado con este disco. Ese es el mejor premio que me han podido dar", expone la intérprete sobre la acogida de un álbum que mezcla temas originales y composiciones de grandes autores latinoamericanos.
Ricardo Arjona, Juan Luis Guerra, Roberto Carlos, Afo Verde o Joan Sebastian son algunos de los creadores a los que Thalía versiona en "Primera fila", un disco en el que ataca "canciones de primer nivel" como "Enséñame a vivir", "Qué será de ti", "Brindis", "Con la duda" o "Mujeres".
Tras quitarse "la máscara", la cantante desea que su futuro musical camine "hacia la buena música". "Quiero más canciones de este tipo, de este ángulo, de esta fuerza, que tengan movimiento interno y cuenten historias fuertes", declara sin olvidar su intención de "volver a compartir escenario con otros intérpretes y músicos".
Porque han pasado más de dos años desde que Thalía abandonara su hábitat natural, las tablas, ese espacio donde ahora se siente "más segura que nunca". "Tengo ganas de que mis conciertos sean íntimos, en lugares pequeños, con el público rodeando el escenario; me siento muy bohemia", comenta.
Subida en una ola de optimismo, Thalía proclama que se encuentra en "el mejor momento" de su vida, y cuenta con ilusión los días que restan para el inicio de su gira mundial. "En octubre empezaremos a recorrer toda América, y a España vendremos un poco más tarde", confirma.
-EFE-
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