Los niños y adolescentes suelen ser el eslabón más débil en los casos de violencia familiar y la forma más extrema en la que se manifiesta es el homicidio, indicó el observatorio de criminalidad del Ministerio Público.
Una alarmante cifra que nos hará reflexionar dio el Ministerio Público respecto a los casos de niños, niñas y adolescentes asesinados por personas que viven y comparten con ellos diariamente en su hogar y que se supone deberían brindarles amor y cuidados.
En lo que va del año se han registrado 104 asesinatos cometidos contra menores de edad que han sido víctimas de homicidio cometido por su padre, madre o familiar muy cercano a ellos, reveló Juan Huambachano, gerente del Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público.
Detalló que en el 64,4 % de casos la víctima era de sexo masculino y el 35.6% femenino. Asimismo, el 51% tenía entre 13 y 17 años, el 31,7% era menor de 6 años y el 17,3% tenía entre 7 y 12 años.
Huambachano Carbajal comentó que los niños, niñas y adolescentes suelen ser el eslabón más débil en los casos de violencia familiar y la forma más extrema en la que se manifiesta es el homicidio.
Agregó además que las formas crueles en la que se cometieron los homicidios contra los menores “es alarmante”. El 27% de las víctimas fue asfixiada o estrangulada, el 21,6% fue asesinada a golpes, el 13,5% fue acuchillada, el 13,5% fue baleada, el 13,5% fue envenenada, el 5,4% fue degollada, el 2,7% fue quemada mientras que el 2,7% fue desbarrancada.
No obstante, las estadísticas indican que tuvimos un pico más alto en el año 2009 toda vez que los homicidios contra menores llegaron a 150 casos, de los cuales el 42,8 % fue presuntamente asesinado por la madre o por la prima, el 25% por un familiar hombre. En el año 2010 estas muertes sumaron 104.
“Es importante que se visualice la seguridad ciudadana no solamente enfocando la atención a las amenazas que se presentan fuera de la casa, sino también aquellas que ocurren al interior de la misma (…) ello requiere de un trabajo preventivo y educativo enfocado hacia la familia”, señaló Juan Huambachano.
A su turno, la fiscal adjunta de Familia, Ahida Aguilar, manifestó que es necesario cambiar el paradigma que permite aceptar socialmente el maltrato a los hijos bajo el pretexto de la corrección de sus conductas.
“Los padres maltratadores tienen un concepto de propiedad sobre sus hijos, y por eso los castigan físicamente y agreden psicológicamente”, enfatizó.
Aguilar dijo que es difícil detectar los casos de violencia contra los hijos ya que se produce en un entorno privado al que no tienen acceso las autoridades, sin embargo destacó que los profesores son los más cercanos a observar estos hechos por lo cual deben dar cuenta de inmediato a la Fiscalía de Familia de Turno a nivel nacional para poder intervenir.
Finalmente, el psicoterapeuta y asesor del Programa Jóvenes Líderes del Ministerio Público, Boris Darmont explicó que muchos padres confunden la autoridad sobre los hijos con el autoritarismo. Dijo que la autoridad significa cuidado y protección mientras que el autoritarismo es la agresividad y el maltrato.
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