El arzobispo de Ayacucho consideró que la sanción que ha aplicado la Santa Sede a Miranda es la más rigurosa de las penas para un clérigo: la pérdida total del estado clerical.
El monseñor Salvador Piñeiro manifestó que durante los dos años que está al frente de Arzobispado Metropolitano de Ayacucho nunca recibió una denuncia contra Gabino Miranda Melgarejo, recientemente destituido de su cargo de obispo auxiliar por acusaciones de presunta pedofilia.
En una nota de prensa, Piñero indicó que por compromisos asumidos con antelación estuvo en los Estados Unidos para agradecer a las Instituciones que colaboran con sus obras sociales en Ayacucho.
“Al retornar me he enterado con amplitud sobre la situación que está viviendo la Iglesia de Ayacucho por la triste noticia de quien fuera su obispo auxiliar”, expresó.
Agregó que el cinco de julio fue notificado verbalmente por la Nunciatura Apostólica sobre la decisión del Santo Padre Francisco de imponer la pena de dimisión al “Sr. Miranda Melgarejo”, por pecados contra el sexto mandamiento, en proceso sujeto al Secreto Pontificio.
El arzobispo consideró que la sanción que ha aplicado la Santa Sede a Miranda es la más rigurosa de las penas para un clérigo: la pérdida total del estado clerical.
Manifestó su apoyo al proceso de investigación que ha iniciado el Ministerio Público y pidió a “los hijos de la Iglesia comprender el dolor que todos sienten por este hecho, rogando en sus oraciones para que sean sacerdotes y fieles según el corazón de Cristo”.
El miércoles, el abogado español Francisco Fernández, quien alertó de los casos de pedofilia presuntamente cometidos por Miranda Melgarejo, denunció que el destituido religioso habría pedido favores sexuales incluso en el confesionario.
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