Durante la celebración de la misa en honor al Cristo de Pachacamilla, el arzobispo de Lima reiteró su defensa a la vida y al respeto a la dignidad de toda persona.
El cardenal Juan Luis Cipriani ofició la Santa Misa en el atrio de la Basílica Catedral de Lima en homenaje al Señor de los Milagros, que recorre las calles del centro de la capital en procesión acompañado de miles de fieles.
Durante la ceremonia, el arzobispo encomendó al Cristo Morado a los niños que se encuentran en el vientre de sus madres, "para que los cuide y proteja ante cualquier intento de asesinato".
"Con una conmoción fuerte pienso en los niños por nacer y te los encomiendo Señor de los Milagros. A esos niños por nacer los acogemos con los brazos abiertos. No podemos hacer nunca causa política de la defensa de la vida, está mucho más arriba de cualquier discusión política, ideológica o religiosa", expresó.
El pastor recordó que defender la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, es parte de la voz que levanta la Iglesia Católica al servicio de la verdad.
"Queremos defender la vida y la dignidad de toda persona, valores que no son parte de ningún programa político, sino de la esencia de la dignidad de una sociedad. Una sociedad que no protege la vida está muy enferma", manifestó.
"Defiendo la vida, la justicia que es un valor mucho más alto que la política. No se apropien de los valores de la sociedad llamándolos políticos", mencionó.
En otro momento, el cardenal Cipriani le pidió al Señor de los Milagros por la unidad del Perú, para que sea un país grande, unido, próspero y que todas estas virtudes se apoyen en la familia y en la defensa de la vida.
"Elevamos nuestra oración invocando al Señor de los Milagros para que nos conceda el don de la unidad, la concordia para todas las familias, especialmente las familias jóvenes que deben esforzarse para dar a sus hijos seguridad y un futuro digno. No tengan miedo a la vida", recordó.
La Santa Misa contó con la presencia de autoridades como el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio; el ministro de Justicia, Aurelio Pastor; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan Vergara Gotelli y un conjunto de regidores de la Municipalidad de Lima.
Durante la ceremonia, el arzobispo encomendó al Cristo Morado a los niños que se encuentran en el vientre de sus madres, "para que los cuide y proteja ante cualquier intento de asesinato".
"Con una conmoción fuerte pienso en los niños por nacer y te los encomiendo Señor de los Milagros. A esos niños por nacer los acogemos con los brazos abiertos. No podemos hacer nunca causa política de la defensa de la vida, está mucho más arriba de cualquier discusión política, ideológica o religiosa", expresó.
El pastor recordó que defender la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, es parte de la voz que levanta la Iglesia Católica al servicio de la verdad.
"Queremos defender la vida y la dignidad de toda persona, valores que no son parte de ningún programa político, sino de la esencia de la dignidad de una sociedad. Una sociedad que no protege la vida está muy enferma", manifestó.
"Defiendo la vida, la justicia que es un valor mucho más alto que la política. No se apropien de los valores de la sociedad llamándolos políticos", mencionó.
En otro momento, el cardenal Cipriani le pidió al Señor de los Milagros por la unidad del Perú, para que sea un país grande, unido, próspero y que todas estas virtudes se apoyen en la familia y en la defensa de la vida.
"Elevamos nuestra oración invocando al Señor de los Milagros para que nos conceda el don de la unidad, la concordia para todas las familias, especialmente las familias jóvenes que deben esforzarse para dar a sus hijos seguridad y un futuro digno. No tengan miedo a la vida", recordó.
La Santa Misa contó con la presencia de autoridades como el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio; el ministro de Justicia, Aurelio Pastor; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan Vergara Gotelli y un conjunto de regidores de la Municipalidad de Lima.
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