Buscar
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La información más relevante de la actualidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
Metadata
METADATA E263 | ¿Qué buscamos los peruanos en Google? ¿Qué marcas de celulares, tablets, computadoras y televisores lideran en el Perú?
EP 263 • 37:51
Informes RPP
Denuncias por desapariciones siempre deben ser aceptadas por la policía
EP 1230 • 05:22
Entrevistas ADN
Presidenta anunciaría la próxima semana si aumenta la RMV
EP 1764 • 12:56

Columna | Lo que quiero para el Día Internacional de la Mujer

No es un día para celebrar, sino para recordar que aún tenemos camino por andar para lograr igualdad.

Escrito por Leda M. Pérez, Investigadora del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP)

Hace poco escribí una crítica sobre el filme “Roma” notando que este ha suscitado más comentarios sobre el amor entre el niño y su nana, y menos acerca de la permanencia del estatus quo del trabajo del hogar y del rol que juegan mujeres históricamente marginadas en ello. Pero debo conceder que su director, Alfonso Cuarón, evidencia los desafíos de una sociedad diversa y compleja: el machismo, el racismo, el clasismo, el autoritarismo y la contradicción permanente entre la familia que dice querer a la persona que emplea, pero no le cede un espacio en la misma mesa; que no la trata como igual. Está todo ahí para verlo. Pero verlo depende del espectador.

Así me siento acerca del Día Internacional de la Mujer. Cuántas veces escuchamos “¡felicidades en tu día!” Pero esta no es una ocasión para celebrar, sino para recordar que aún tenemos camino por andar; luchas a ganar.

.
. | Fuente: Getty Images

Consideremos tres desafíos pendientes. Primero, lograr una igualdad entre los géneros, no solo conceptual, sino en la práctica.  Segundo, –como parte de lo primero– cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres. Y, por último, evitar la desigualdad entre las mujeres.

Así como otras colegas feministas, soy suspicaz con la idea de igualdad entre hombres y mujeres. Pese a creer que somos iguales, hasta ahora el precio por esta “igualdad” ha sido muy alto.   

Respecto del segundo, la brecha salarial existe no solo en el Perú, sino a nivel mundial porque a las mujeres se les sigue asignando los roles tradicionales de madres y de cuidadoras del hogar. El problema es que a esta labor se le atribuye poco valor, mientras que lo productivo sigue viéndose como lo que sucede en el mercado.  Aquellas mujeres madres que toman su licencia de maternidad o no trabajan las mismas horas que los hombres por priorizar tareas vinculadas a la crianza, pierden “productividad” y reciben “castigo” en el mercado. En cambio, los hombres padres no sufren penalidad, pues –en el modelo tradicional–  ellos no se ocupan directamente de criar hijos.

Un estudio publicado sobre Dinamarca (Kleven, Landais y Egholt Sogaard 2018), muestra que, en este país “paritario avanzado”, tan pronto las mujeres tienen hijos, la brecha salarial de género aumenta.  Es decir, aunque se apliquen mejores políticas públicas o corporativas, si en el espacio privado, en el hogar y en la familia, se sigue aceptando que el rol obligado de la mujer es la de cuidadora o gerente exclusiva del hogar, nada cambiará. Los hallazgos de otro trabajo en Estados Unidos (1977-2016) –a publicarse en Journal of Gender & Society– delegan esta misma carga exclusiva a las mujeres en un cuarto de la población encuestada.

Por último, –y lo que alimenta mi escepticismo acerca de igualdad entre hombres y mujeres– es que hoy el precio a pagar por ese espejismo es la explotación de otras.  Es decir, si no cambiamos los actuales roles de género asignados por la sociedad para que algunas nos eduquemos, salgamos a trabajar y seamos económicamente independientes, otra mujer tendrá que sufrir la invisibilización, marginación, y desvalorización del trabajo doméstico, y ella será siempre una mujer con menos recursos.  Mi propia investigación sugiere que esto no ocurre solo entre mujeres burgueses y las trabajadoras del hogar que ellas emplean, sino que es una cuestión de vida o muerte para mujeres de bajos recursos, que necesitan la ayuda de alguien para que puedan trabajar fuera de sus casas. Esa otra es una mujer, frecuentemente una adolescente y –en demasiados casos–  una niña. 

Mi pedido en este Día Internacional de la Mujer es que aseguremos que las condiciones de libertad para algunas no dependan de la marginación de otras. Así, como en la película “Roma”, los hechos están ahí para que los veamos. Solo tenemos que mirar.

NOTA: “Ni el Grupo RPP, ni sus directores, accionistas, representantes legales, gerentes y/o empleados serán responsables bajo ninguna circunstancia por las declaraciones, comentarios u opiniones vertidas en la presente columna, siendo el único responsable el autor de la misma.

Tags

Otros columnistas

Ver más

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Últimas noticias

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA