Apenas el 26% de los distritos de Lima y Callao presentaron un programa de vigilancia contra la contaminación sonora en el 2021.
Han pasado casi 20 años desde que, en el 2003, se aprobó el Reglamento de los Estándares Nacionales de Calidad Ambiental (ECA) de Ruido para regular y controlar los niveles de ruido en nuestro país. Ello con el fin de proteger la salud, mejorar la calidad de vida de la población y promover el desarrollo sostenible. Sin embargo, a la fecha, todavía no hay acciones concretas por parte de las autoridades correspondientes para prevenir su peligrosa expansión.
¿Qué es la contaminación sonora y cómo evitarla?
Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la contaminación sonora es la presencia de niveles de ruido en el ambiente que impliquen molestias, generen riesgos, perjudiquen o afecten la salud, además de causar efectos negativos sobre el medio ambiente. A pesar de ello, en la campaña de medición de ruido ambiental que se realizó el 2019 en zonas comerciales, se conoció que de 131 evaluaciones, 118 superaron los ECA de ruido.
El gran crecimiento del parque automotor, así como el incremento de actividades comerciales, representan las principales fuentes emisoras de ruido, explica la Municipalidad de Lima. Por ello, el OEFA recomienda implementar acciones de mitigación como las barreras acústicas para atenuar el impacto en las personas. Es decir, en el caso de contaminación sonora provocada por el tráfico, sugieren usar las bocinas de los vehículos solo en casos estrictamente necesarios, aplicar silenciadores en los tubos de escape de los automóviles y no olvidar llevar los vehículos a una revisión técnica anual.
A su vez, se aconseja a las personas expuestas a ruidos por su actividad cotidiana a usar protectores auditivos. La prevención es necesaria considerando que la exposición de las personas a niveles de ruido alto generan problemas de salud como estrés, presión alta, vértigo, insomnio, dificultades del habla y pérdida de audición. De hecho, algunos enfermos crónicos y adultos mayores, que tienden a necesitar más horas de descanso que los demás, son más vulnerables que otros al ruido, advierte OEFA.
¿Quién fiscaliza la contaminación sonora y cómo denunciarla?
Aunque desde la Municipalidad de Lima han desarrollado un Plan de Acción para la Prevención y Control de la Contaminación Sonora, en el que se incluyeron campañas para atacar las principales causas como “Alto al bocinazo”, “Comercio sin ruido” y “Lima sin pirotecnia”, la Ley Orgánica de Municipalidades Nº 27972 establece que son funciones exclusivas de las municipalidades distritales el fiscalizar y realizar labores de control respecto de la emisión de humos, gases, ruidos y demás elementos contaminantes de la atmósfera y el ambiente.
Asimismo, la Ley General del Ambiente N°28611 establece que los gobiernos locales son responsables de normar y controlar los ruidos y vibraciones originados por las actividades domésticas y comerciales. De esta forma, las municipalidades provinciales deberán utilizar los ECA Ruido para establecer, en el marco de su competencia, normas que permitan identificar a los responsables de la contaminación sonora y aplicar las sanciones correspondientes. Además de llevar a cabo campañas informativas para sensibilizar a la población.
A nivel de Lima y Callao, la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) del Ministerio de Salud reportó que apenas el 26% de estas municipalidades presentaron un programa contra la contaminación sonora, de las cuales solamente nueve cumplían con los criterios evaluados. Ante esta falta de acción y medidas concretas para combatir la contaminación sonora, existe el Servicio de Información Nacional sobre Denuncias Ambientales (Sinada), donde la ciudadanía puede advertir sobre problemas como la contaminación sonora vía telefónica, página web o presencialmente.
Atención al Ciudadano: 204-9278 / 204-9279 / 204-9975 / 0800 100 58 (línea gratuita)
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