Tras cuatro meses de la pandemia, la Contraloría General detectó deficiencias sanitarias para atender casos del nuevo coronavirus en el penal de Piura, que alberga a 3 832 internos.
Según la Contraloría, los ambientes del Penal de Piura acondicionados para la atención a los internos contagiados con el nuevo coronavirus no tienen el equipamiento mínimo requerido.
En el informe, señalan que durante la inspección se verificó que el área médica del penal no cuenta con camilla fija, balanza con tallímetro digital adulto y lámpara de diagnóstico. Tampoco existe monitor de funciones vitales en el ambiente de hospitalización temporal, ni ventilador volumétrico en el área de cuidados críticos.
También se constató que los ambientes de hospitalización temporal y de cuidados críticos no están diferenciados; por ello los internos comparten la misma área, lo que evidencia incumplimiento a la normativa del Ministerio de Salud. Además, los dos vehículos para trasladar a pacientes del penal no poseen equipamiento, medicamentos e insumos para asistirlos durante la emergencia.
En el informe se da cuenta del hallazgo de basura acumulada por más de tres meses en el centro médico del penal, debido a que la empresa contratada no los recoge desde el inicio de la cuarentena, situación que expone la salud de la población penitenciaria y los trabajadores.
La Contraloría recomendó a la Oficina Regional Norte Chiclayo del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), encargada de la administración de este penal, solucionar estas deficiencias.
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