Hay personas que aprovechan la inmediatez y el anonimato que brinda internet para llevar a cabo conductas ilícitas. Ellos son los acosadores cibernéticos y tienen en la mira a los menores de edad. ¿Sabes qué es el grooming y cómo prevenirlo? Te lo explicaremos en el siguiente informe, a cargo de Andrea Amésquita.
Un hombre de 26 años se hizo pasar por una modelo influencer en redes sociales. De esta manera, engañó a menores de edad, obteniendo videos íntimos de ellas y chantajeándolas sexualmente en Trujillo.
Este hombre utilizaba cuentas de Facebook, Instagram y TikTok, con más de 230 mil seguidores en total, para captar a sus víctimas. Fue detenido tras un operativo hecho por agentes de la División de Trata de Personas de la Divincri de La Libertad.
Este caso es un claro ejemplo de grooming. ¿De qué trata este delito? El coronel Luis Huamán Santamaría, jefe de la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) de la Policía Nacional, lo explica.
“Grooming quiere decir ‘acicalando’ o ‘arreglando’ a la víctima, para obtener algo de ella. Lo que está sancionado es el grooming child; es decir, la captación de menores de edad a través de internet para obtener de ellas fotografías, videos de contenido sexual o para que el groomer o, en otras palabras, el adulto que se hace pasar como menor pueda obtener relaciones sexuales con dicha menor”, advirtió.
En 2023, según datos de la División de Delitos de Alta Tecnología, se registraron 61 denuncias por este delito. En lo que va del 2024, ya suman 20 los casos denunciados.
Según Jorge Zeballos, gerente general de la empresa de ciberseguridad ESET Perú, los ciberdelincuentes logran engañar a su víctima de la siguiente manera:
“Estos criminales lo que inicialmente tratan de hacer es establecer una relación de confianza, la más usual es el halago o el regalo, que en este caso puede ser de manera virtual, incluso; y de esa manera se va ganando la confianza hasta llegar al punto donde establece que esta relación es privada y confidencial; y no debería compartirse con nadie. Es ahí donde el depredador sexual que se está disfrazando de un niño termina pidiéndole imágenes íntimas, donde termina haciendo lo que se conoce como la sex extorsión”, alertó.
Los llamados groomers no solo están en las redes sociales, también suelen merodear los juegos en línea, donde hay interacción con diversos usuarios.
Una encuesta realizada por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) reveló que, en 2022, unos 280 mil niños, niñas y adolescentes peruanos recibieron propuestas para tener relaciones sexuales por internet. Además, a 501 mil menores les solicitaron fotografías mostrando su cuerpo.
Ana Ladera, psicóloga y coordinadora del Centro de Atención Legal y Psicosocial de CHS Alternativo, explica que el acceso al entorno virtual de los menores sin supervisión ha abierto la posibilidad del riesgo a ser víctimas de otros delitos, que comienzan con el grooming y pueden terminar incluso en trata de personas. En ese sentido, considero importante la intervención de los padres de familia.
“Hay que empezar a vincular las cuentas de las redes sociales de los chicos con la de los adultos, para que uno pueda acompañar ese proceso, ir viendo y orientando a los chicos en el uso de estos espacios. Todo requiere límites. O sea, el uso del internet no debería ser ilimitado sino debería tener cierto control”, manifestó.
El grooming, según Fiorella Colonna, abogada y directora de Niubox Perú, está tipificado como un delito contra la libertad sexual, tanto en el artículo 5 de la Ley de Delitos Informáticos como en el artículo 183-B del Código Penal.
“Esta práctica se sanciona con una pena privativa de la libertad no menor de seis ni mayor de nueve años, cuando la víctima es menor de 14 años y cuando la víctima tiene entre 14 y menos de 18 años”, sostuvo.
A nivel nacional, según informó el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) actualmente existen cinco personas sentenciadas, además de ocho procesadas por grooming que se encuentran en prisión.
Si conoce de algún caso o es víctima de este delito, se recomienda no confrontar al ciberdelincuente, ni borrar las conversaciones realizadas. Es importante realizar capturas de las imágenes, a fin de que sirvan como pruebas ante las autoridades policiales y de la Fiscalía.
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