El psicoterapeuta Manuel Saravia advirtió que estas personas tienen muchas veces una apariencia amigable que facilita la seducción y posterior asesinato de sus víctimas.
El holandés Joran Van der Sloot, sospechoso de haber asesinado a la joven peruana Stephany Flores Ramírez, posee el perfil de un psicópata, afirmó el psicoterapeuta Manuel Saravia.
Advertir que estas personas tienen muchas veces una apariencia amigable e inofensiva que facilita la seducción y posterior asesinato de sus víctimas.
Al comentar el caso de Flores Ramírez, hallada muerta el último miércoles en una habitación de hotel, Saravia dijo que la imagen amigable de los psicópatas es acompañada de un encanto superficial que esconde sus verdaderas intenciones, más aún cuando se pretender seducir y atacar a una víctima que recién ha conocido.
"Si a eso le sumamos el consumo de alcohol, tenemos como consecuencia que la defensa psicológica (de la potencial víctima) tiende a bajar y la persona termina cediendo y haciendo cosas que no harían en un estado de sobriedad", refirió el también director del Instituto Guestalt de Lima (IGL).
Tras advertir que Van der Sloot (23) no se muestra arrepentido por los crímenes de los que se le acusan, el especialista detalló que los psicópatas tienden a repetir las modalidades de sus asesinatos, como conocer a una persona en un sitio público, llevarla a un hotel y matarla.
También opinó que Stephany Flores, con sus 21 años, ya era capaz de discernir entre lo bueno y lo malo, y medir los peligros a los que se exponen cuando se involucran con un desconocido y terminan ese mismo día en un hotel.
"Tal vez uno puede minimizar los riesgos porque a veces los jóvenes manejan un sistema disfuncional de los peligros que entraña lo desconocido, más aún porque el factor económico y el aspecto físico motivan un mayor acercamiento entre el extraño y su posible víctima", anotó.
Consideró que este tipo de hechos de sangre debería servir de experiencia a los padres de familia para motivar una comunicación fluida con sus hijos jóvenes, para así conocer siempre su paradero y su entorno, es decir, dónde están, con quiénes y en qué circunstancias. Andina
Advertir que estas personas tienen muchas veces una apariencia amigable e inofensiva que facilita la seducción y posterior asesinato de sus víctimas.
Al comentar el caso de Flores Ramírez, hallada muerta el último miércoles en una habitación de hotel, Saravia dijo que la imagen amigable de los psicópatas es acompañada de un encanto superficial que esconde sus verdaderas intenciones, más aún cuando se pretender seducir y atacar a una víctima que recién ha conocido.
"Si a eso le sumamos el consumo de alcohol, tenemos como consecuencia que la defensa psicológica (de la potencial víctima) tiende a bajar y la persona termina cediendo y haciendo cosas que no harían en un estado de sobriedad", refirió el también director del Instituto Guestalt de Lima (IGL).
Tras advertir que Van der Sloot (23) no se muestra arrepentido por los crímenes de los que se le acusan, el especialista detalló que los psicópatas tienden a repetir las modalidades de sus asesinatos, como conocer a una persona en un sitio público, llevarla a un hotel y matarla.
También opinó que Stephany Flores, con sus 21 años, ya era capaz de discernir entre lo bueno y lo malo, y medir los peligros a los que se exponen cuando se involucran con un desconocido y terminan ese mismo día en un hotel.
"Tal vez uno puede minimizar los riesgos porque a veces los jóvenes manejan un sistema disfuncional de los peligros que entraña lo desconocido, más aún porque el factor económico y el aspecto físico motivan un mayor acercamiento entre el extraño y su posible víctima", anotó.
Consideró que este tipo de hechos de sangre debería servir de experiencia a los padres de familia para motivar una comunicación fluida con sus hijos jóvenes, para así conocer siempre su paradero y su entorno, es decir, dónde están, con quiénes y en qué circunstancias. Andina
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