María Soledad Aquino Díaz (38) al recibir la descarga eléctrica fue arrojada tres metros, falleciendo al instante. Ella deja dos menores hijos en la orfandad.
Una fuerte descarga eléctrica acabó con la vida de una humilde mujer cuando al utilizar la ducha, chocó de manera involuntaria con los cables que colgaban del techado rústico de los servicios higiénicos de su vivienda de la calle José María Arguedas en la urbanización Rosario B en la provincia limeña de Huaral.
Se trata de María Soledad Aquino Díaz, de 38 años, quien al recibir la descarga eléctrica fue arrojada tres metros, falleciendo al instante.
Al lugar llegaron efectivos policiales y el representante del Ministerio Público para el levantamiento del cadáver y luego trasladarlo a la morgue de Chancay.
Se conoció que la mujer vivía en dicho inmueble hace cuatro meses junto a su conviviente. Ella deja dos menores hijos en la orfandad, los mismos que viven en Huaraz.
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