El investigador del IGP, Hernando Tavera, informó que se instalarán siete estaciones de detección de sismos para abril próximo.
La educación de la población "es parte neurálgica" en una alerta por tsunami, dijo este jueves el investigador del Área de Sismología del Instituto Geofísico de Perú (IGP), Hernando Tavera, quien añadió que la capacidad de la institución mejorará con la instalación de 7 estaciones de detección de sismos.
Tavera participó en la primera de las dos jornadas del "Taller nacional de fortalecimiento del sistema de alerta temprana nacional ante tsunami y sistemas operacionales estándar", que se celebra desde Lima bajo la organización de la Unesco.
El investigador del área de Sismología del IGP destacó que la educación "es parte neurálgica" en la gestión de una alerta por tsunami y opinó que la población todavía necesita recibir más información sobre qué hacer ante un fenómeno natural como este en las costas de Perú.
Tavera calculó que la capacidad de su institución mejorará en abril con la instalación de siete estaciones de detección de sismos.
Estas se unirán a las siete ya existentes y podrán comunicar los reportes sísmicos a través de satélite a los tres minutos de que se produzca el temblor, "ya que las redes telefónicas y los servidores de teléfono colapsan en caso que ocurra una catástrofe de este calibre".
El investigador también recordó la posibilidad de que próximamente acontezca un terremoto de gran magnitud cercano a Lima, "similar a los de Chile en 1960 y 2010", puesto que está en un momento de relativo silencio sísmico al lado de la placa de Nazca, "que se mueve a diez centímetros del año, cuando otras lo hacen a cuatro".
Este terremoto afectaría una área de 400 kilómetros a lo largo de la costa pacífica que, según el investigador, puede llegar desde Chimbote hasta el distrito de Chilca (Cañete).
La inauguración contó con el jefe de la Oficina en América del Sur de la dirección general de Ayuda Humanitaria (DG ECHO) de la Comisión Europea, Álvaro De Vicente, y el secretario general del grupo Intergubernamental de Coordinación del Sistema de Alerta de Tsunamis en el océano Pacífico (ICG/PTWS), Bernardo Aliaga.
Además acudieron el subjefe del Instituto Nacional de la Defensa Civil (Indeci), Edgar Ortega Torres, la representante de la Unesco en Lima, Nilda Anglaril, y la representante de Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Perú, Rebeca Arias.
En declaraciones a Efe, Álvaro de Vicente indicó que el tsunami no es un desastre natural por sí solo, ya que es un fenómeno natural que muchas veces se convierte en desastre porque la gente se ubica en el lugar inadecuado o construye viviendas de manera incorrecta".
De Vicente explicó que el terremoto de Japón del pasado 11 de marzo sirvió para verificar "la efectividad de los protocolos y los sistemas de alerta".
"Hubo lugares en los que se evacuó a tiempo y aunque se contó con muchísimo tiempo (...), sirvió para identificar muchísimas flaquezas del sistema, que fueron pequeños detalles como que en algunos sitios no se avisó a la población de que la alerta ya había pasado", añadió.
Bernardo Aliaga aseguró a Efe que si se tiene la información y los mecanismos, lo más importante es tener involucrada a la población", como ocurrió en Chile, donde "la preparación salvó muchas vidas a pesar de que murieron 152 personas, en contraste con Tailandia, con más de 5.000 muertos en el tsunami de 2004". EFE
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