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por Redacción RPP
·Diuliana Sánchez Pereira permanece en el área internacional del aeropuerto debido a que su permiso temporal venció mientras tramitaba un nuevo pasaporte, tras sufrir el robo de este documento en Italia.
Diuliana Sánchez Pereira, una joven venezolana de 28 años, lleva más de un mes viviendo en el área internacional del aeropuerto Jorge Chávez, luego de sufrir el robo de sus documentos durante un viaje a Italia en 2023.
De acuerdo con Cuarto Poder, Sánchez, de 28 años, llegó al Perú junto con sus padres desde Maracaibo en 2019. Durante su estancia en nuestro país, trabajó en el rubro comercial para diferentes marcas con su documento de permanencia en regla.
El 24 de setiembre, decidió realizar un tour europeo con su pareja, para lo cual la Superintendencia Nacional de Migraciones le otorgó un permiso para poder salir del Perú durante un mes. En su aventura, visitó Italia, donde sufrió el robo de sus pertenencias, incluyendo su pasaporte y permiso de trabajo.
Gabriel González, su abogado, detalló que Sánchez acudió a la embajada de Perú en Italia para solicitar un salvoconducto, pero no le fue otorgado. Por el contrario, se le comunicó que debía acudir a la embajada de Venezuela para obtenerlo, lo que implicaba volver a su país de origen y tramitar un nuevo pasaporte.
Es por esta razón que, tras su regreso a Perú, se ha visto impedida de abandonar el área internacional del aeropuerto Jorge Chávez, donde permanece desde el 30 de enero, debido al vencimiento del permiso.
Sin visitas
Según su testimonio, la permanencia en esta zona se ha vuelto un suplicio, pues tiene problemas para dormir y asearse. Incluso, aseguró que ha sido víctima de acoso hasta en dos ocasiones y ha sufrido ataques de ansiedad.
“Hace dos días me dieron desayuno y almuerzo a las seis de la tarde. Para bañarme, a partir del cuarto día, fue que me permitieron bañarme. Estuve cuatro días sin poderme bañar, con la misma ropa”, relató.
La mujer precisó que tampoco se le permiten visitas, razón por la cual sus padres, quienes visitan casi a diario el aeropuerto, están impedidos de verla ni tampoco pueden proveerla con ropa o alimentos. Su comunicación se limita a videollamadas.
Agregó que no es la única persona en esta situación, pues un ciudadano de Nepal se encuentra en una similar condición, al igual que otro proveniente de Asia. “Vive peor que yo”, relató.
La respuesta de Migraciones
Conocido su caso, la Defensoría del Pueblo envió un documento a Migraciones, donde señala que el DL 1350 permite que todo migrante que venga a reunirse con su núcleo familiar se encuentra habilitado para ingresar al país. Esto incluye a las personas con ascendencia de primer grado, es decir, sus padres.
No obstante, la interpretación de Migraciones es diferente. Según Fernando Núñez, director de Registro y Control Migratorio, si la persona ha excedido del tiempo permitido en su permiso, tiene impedido su ingreso al país, por lo cual deberá volver a tramitar una visa.
“La señorita ha puesto un habeas corpus y nosotros, como autoridad respetuosa del orden interno, vamos a acatar lo que este proceso siga”, precisó.
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