El convento de Ocopa se halla en la provincia de Concepción, a 5.5 km de la ciudad del mismo nombre. Está ubicado a 3 360 m.s.n.m. y tiene un clima seco.
Nadie que llegue al valle del Mantaro puede irse sin visitar el convento franciscano de Santa Rosa de Ocopa, que por estos días va recibiendo mayor cantidad de turistas, debido que el 30 de agosto celebra su día jubilar.
El convento de Ocopa se halla en la provincia de Concepción, a cinco kilómetros y medio de la ciudad del mismo nombre. Está ubicado a 3 360 metros sobre el nivel del mar, con un clima sano y seco, de eterna primavera, y rodeado de árboles, convirtiéndolo en el pulmón del valle del Mantaro y el Valle azul donde se ubica.
El convento en sí, fue fundado en 1725 por fray Francisco Jiménez de San José, padre franciscano y fue bautizado con dicho nombre por situarse cerca de una capilla dedicada a la santa limeña. El propósito era establecer un colegio de misioneros que sirviera de punto de partida fundamental de la evangelización católica hacia los puntos más remotos de la selva.
Este sirvió como una plataforma para la colonización, evangelización y fundación de diversos pueblos en la selva central, hoy provincias de Chanchamayo y Satipo.
Los misioneros franciscanos incluso llegaron más lejos, pues se atrevieron a ingresar a zonas tan lejanas como el Huallaga, Marañón y Ucayali.
Los mayores atractivos de este son su biblioteca, que cuenta con más de 25 mil volúmenes. Uno de los libros más antiguo es del año de 1480.
Asimismo, está su bien implementada pinacoteca con una colección de pinturas de diversos autores y escuelas, como los de la escuela cuzqueña y la escuela flamenca.
Además de poseer una sala de numismática y su museo de historia natural donde se muestran decenas de especies disecadas de animales capturados por los propios frailes durante sus incursiones a la selva.
Por un módico pago, los turistas pueden ingresar al convento y conocer aparte de sus tradicionales atractivos, los claustros de la obrería, del padre Pio, la portería y el Olivo, este ultimo llamado así porque conserva un viejo olivo con mas de 270 años de vida.
Por: Lizzet Paz
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