El caldo verde generalmente suele servirse con un pedazo de quesillo y acompañado con pan de agua y se convierte en el platillo preferido por los turistas.
Los turistas que arriban a Cajamarca no solo quedan encantados con nuestras riquezas naturales, sino también con la diversidad de platos típicos que tiene la región, uno de ellos es el famoso caldo verde o caldo de verde.
El caldo verde es una delicia que muchas veces se sirve como platillo de entrada, pero el nombre de esta comida justamente proviene del color verdoso que le da las hierbas aromáticas con las que se prepara.
Quien ha probado un caldo verde puede dar fe de que es una delicia, y propicia para combatir muchas veces el frío de esta parte del país, e incluso las personas mayores dicen que es un caldo con cualidades curativas.
Este potaje consiste en la mezcla de un caldo de papas con una pasta de hierbas como paico, perejil y ruda, que cada uno va colocando, de acuerdo a su gusto, a la sopa.
Para preparar el verde, propiamente dicho, se muele en un batán (utensilio litico para moler alimentos) las hierbas de perejil, paico y también la ruda. Aunque ahora con los adelantos de la tecnología muchas amas de casa ya no usan el batán, sino prefieren usar una licuadora.
Para preparar el caldo, primero se adereza la olla con un poco de ajos y sal para luego echar el agua y las papas, cuando ya está hirviendo se coloca el conocido huevo chicoteado.
El caldo verde generalmente suele ser acompañado de un delicioso quesillo, el cual le da un sabor especial; sin embargo, hay quienes prefieren colocar unos trozos de chicharrón que enriquece a este sabroso platillo, pero hay quienes también se sirven el caldo verde con un crocante pan de agua (torta sin manteca).
Por: Luis Asencio
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