El director de Turismo y Cultura de la Cámara de Turismo de Nasca, Ítalo Benavides, dijo que no existe una política efectiva de protección estatal para preservar las Líneas de Nasca.
La minería ilegal cobra fuerza sobre uno de los íconos arqueológicos del Perú: las líneas de Nasca. El propio Ministerio de Cultura (Mincul) reconoció que esta actividad ilícita se encuentra dentro del área intangible donde se hallan los famosos geoglifos, declarados patrimonio mundial por la UNESCO en 1994.
Recientemente, el Gobierno dispuso reducir la extensión de la Reserva Arqueológica de Nasca de 5 600 a 3 200 kilómetros cuadrados, con el objetivo de reflejar de manera más precisa la relación entre los geoglifos y las características físicas registradas en la zona, según ha explicado el ministro de Cultura, Fabricio Valencia.
"La reserva arqueológica delimitada en el 2004 tenía una extensión aproximada de 5 600 kilómetros cuadrados, y luego de recabar información y realizar estudios por más de 20 años, estamos sincerando la información y se determinó que son aproximadamente 3 200 kilómetros cuadrados”, declaró.
Ante esta disposición del Gobierno, Ítalo Benavides, director de Turismo y Cultura de la Cámara de Turismo de Nazca, expresó su preocupación y cuestionó duramente la falta de una política efectiva de protección por parte del Estado.
“En esta área ya se efectúa trabajo minero desde hace muchos años […]. Lo que está pasando con esta enorme poligonal es que no cuenta con unidad ejecutora ni presupuesto. Proteger el patrimonio no se trata de reducir o ampliar el área, sino de titular los sitios arqueológicos, implementar una unidad ejecutora y cumplir con el plan de gestión”, declaró en La Rotativa del Aire.
Piden al ministro de Cultura establecer una unidad ejecutora en las Líneas de Nasca
En ese sentido, Benavides hizo un llamado directo al ministro de Cultura, Fabricio Valencia, para establecer de inmediato una Unidad Ejecutora en Nasca, como ya ocurre con Caral o Chan Chan, a fin de proteger al patrimonio del avance de la minería ilegal.
Cabe precisar que una Unidad Ejecutora es un ente administrativo dentro de una entidad pública o privada que se encarga de la ejecución o desarrollo de un programa, subprograma, actividad o proyecto.
“El patrimonio está completamente olvidado. La minería no la va a detener nadie mientras los precios sigan subiendo. Lo único que realmente puede proteger las Líneas es la titulación de los sitios arqueológicos”, afirmó.
Además, cuestionó la inacción de las autoridades en cuanto a la investigación arqueológica en la zona.
“Que el Colegio de Arqueólogos del Perú diga cuántos arqueólogos están trabajando en investigación en Nasca. Ninguno. Solo los extranjeros están investigando”, subrayó.
Benavides también dijo que hay intereses particulares en el manejo de la poligonal arqueológica, señalando que algunos arqueólogos buscarían preservarla sin gestión efectiva solo para lucrar con proyectos de evaluación que, de acuerdo con su declaración, pueden costar hasta 70 mil soles por predio.
Finalmente, lamentó que los fondos que generan las Líneas de Nasca —unos 5 millones de soles anuales— no se queden en la región para ser reinvertidos en su protección. “Eso tiene que cambiar”, concluyó.
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