Inicialmente caso se reportó como un accidente de tránsito y al encontrar justicia aseguran que agitarán hasta la última instancia.
Un verdadero calvario viven las madres de los tres estudiantes, Amelia, Silvia y Edwin, los dos últimos supuestamente asesinados por Leopoldo Dante Quispe Quispe (34), auxiliar del colegio adventista Mariscal Castilla de Ilave, provincia de El Collao (región Puno).
Según la versión de la alumna sobreviviente, Amelia, el hecho sucedió el 27 de noviembre cuando los adolescentes acudieron por la tarde al ensayo de la banda de músicos del colegio y el auxiliar pareció en su auto y les invitó a subirse y luego a libar licor.
La menor asegura que en todo momento los amenazó y envistió su unidad de placa de rodaje Z2Q - 363 a toda velocidad hasta llegar al centro poblado de Jayllihuaya, en la provincia de Puno, donde empezó una gresca con Edwin.
Entre lágrimas, contó que el profesor también la agredió junto a Silvia, por lo Edwin intentó defenderlas y nuevamente fue golpeado por Quispe Quispe. “Trajo una jarra de licor y quiso hacernos tomar de nuevo y como no quisimos nos lo echó en la cara”, acotó.
En ese momento y sin posibilidades de poder defenderse por efectos del alcohol, asegura que el sujeto abusó sexualmente de ella, mientras que Edwin, agonizante al igual que su compañera, decía que lo denunciaría, lo que motivó que lo ultimara.
María Anyela Gómez Mamani, madre de Edwin y Elvira Chanini Canaza, mamá de Amelia, están desesperadas porque ya o confían en la Fiscalía, ni le Poder Judicial, que estarían revertiendo el caso porque creen que fueron sobornados por allegado al imputado.
Ante esta situación, solicitan la intervención de la Ministra de la Mujer, Carmen Omonte, y se vea el caso imparcialmente, ay que además indican que el presunto asesino y violador está protegido políticamente por algunas autoridades.
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