Insultar es crear un clima en el que todos perdemos porque el intercambio de argumentos se hace imposible y lo que queda es odio y rencor. Quienes actúan así están dando al país el peor de los ejemplos.
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Lejos de nuestras vehemencias y de los vericuetos de la campaña electoral, el Financial Times consagra un sesudo artículo a la vacuna producida por el laboratorio chino Sinopharm. El respetado diario de Londres afirma que el gigante farmacéutico asiático se juega su prestigio en el intento de aprovechar las insuficiencias de la producción de los laboratorios de Europa y Estados Unidos. Sinopharm, fundado en 1989, tuvo el año pasado un volumen global de ventas superior a los 77 mil millones de dólares, pero este año espera vender mil millones de dosis, dentro y fuera de su amplio mercado interno. Para despertar confianza, la empresa china necesita ampliar las informaciones sobre los resultados de sus ensayos clínicos y someterse a la opinión de instancias y publicaciones internacionales. Por ahora solo un puñado de países ha cerrado contratos con Sinopharm, que aspira también a formar parte del mecanismo COVAX promovido por la Organización Mundial de Salud para ayudar a los países con menos recursos. Precisamente ayer llegó al Perú el primer lote de vacunas Pfizer conseguidas a través de COVAX. Lo que resulta inexcusable es que algunos congresistas hayan recurrido a insultos como “muertos de hambre” y “genocidas” para referirse a los funcionarios encargados de comprar vacunas e incluirnos en listas de beneficiarios de COVAX. Insultar es crear un clima en el que todos perdemos porque el intercambio de argumentos se hace imposible y lo que queda es odio y rencor. Quienes actúan así están dando al país el peor de los ejemplos en momentos en que la crítica debe orientarse a mejorar y no envilecer la acción del Estado.
La República destaca que el Perú podría superar este año su récord de producción de cobre al acercarse a 2.5 millones de toneladas, diez por ciento más que lo obtenido el año pasado. La cifra es tanto más meritoria que la pandemia sigue generando obstáculos y que algunos proyectos no han podido concretarse por la oposición de poblaciones concernidas. Este resultado es tanto más auspicioso que el precio del cobre sigue en alza en el mercado internacional. El ministerio de Energía y Minas calcula que la inversión minera superará los 5,000 millones de dólares, mientras que según Gestión un total de 60 proyectos de exploración se llevarán a cabo en 16 regiones de nuestro país.
Aunque algunos no quieran reconocerlo, el alza del precio del cobre ha amortiguado en parte el colapso producido por la pandemia y la reducción de la inversión extranjera. Sin embargo, las turbulencias de la campaña electoral han aumentado el valor refugio de la divisa norteamericana, que esta semana ha superado la valla de 3.7 soles por dólar. Cualquiera sea el candidato que gane las elecciones tendrá que velar por la fortaleza de la moneda nacional, lo que requiere garantizar la estabilidad macroeconómica y la confianza de los inversionistas. Mientras el sol se depreciaba en 5.4%, el peso chileno se apreciaba en 12% y el peso colombiano en más de 5%. No se trata de cifras abstractas, sino de la posibilidad de dinamizar la economía, generar empleo, reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de la población.
El deporte en general y el fútbol en particular pueden depararnos momentos de satisfacción intensa, más necesarios que nunca en época de pandemia. Fue el caso ayer durante el partido entre el Barcelona y su tradicional rival de París, PSG. Pero resulta deplorable que una asociación de hinchas del PSG haya mostrado pancartas contra la cantante colombiana de origen libanés Shakira, asociándola a barrios prostibularios de la capital catalana. En el fútbol como en la política, el insulto, y peor si se dirige a un familiar o cónyuge de adversarios, es una muestra de vileza, mediocridad e impotencia.
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