Acompañado de su esposa y simpatizantes, el electo gobernador regional de Arequipa, Elmer Cáceres Llica, hizo una partida simbólica desde la Plaza de Armas de la ciudad hacia al volcán Misti, cumpliendo la promesa que hizo si llegaba al sillón regional.
Al ritmo del sonido de un cuerno, el gobernador regional electo en Arequipa Elmer Cáceres Llica, partió desde la Plaza de Armas de la Ciudad Blanca rumbo al volcán Misti acompañado de su esposa Jenniffer Neira y un grupo de simpatizantes.
El líder del movimiento Unidos por el Gran Cambio, indicó a través de sus redes sociales que la partida simbólica sería a las ocho de la mañana, pero Cáceres llegó con su comitiva, pasadas las 10 de la mañana.
Cáceres ingresó a la Plaza de Armas en medio de aplausos y gritos como “Llica es turismo”. En el lugar lo esperaban sus militantes y el reconocido rescatista y guía de alta montaña Eloy Cacya, recordado por encontrar los retos del universitario Ciro Castillo en el Valle del Colca.
Los simpatizantes de Cáceres llevaron siete llamas. Antes de partir, Cáceres hizo un pago a la tierra frente a la Catedral de Arequipa.
El político se dio tiempo de enviar un mensaje a la congresista Ana María Choquehuanca. “Ociosa, que se dedique a trabajar”, dijo Llica. La congresista, días previos, manifestó que plantearía investigar en el Congreso las denuncias de violación sexual que tiene Cáceres.
Por su parte, la esposa del gobernador electo, Jenniffer Neira indicó que denunciaría a la joven Yaritza Huillcahuamán Guillén por reiterar la denuncia de violación sexual contra su esposo en canales de televisión. “Ya coordiné con los abogados de mi esposo”, dijo.
Neira solo acompañó a su esposo hasta las faldas del volcán. “Según la tradición andina las mujeres no deben participar en ceremonias ancestrales”, agregó Cáceres Llica al respecto.
Durante la partida del gobernador electo, partidarios formaron cadenas humanas para permitir el paso de Cáceres. Cuando era interrogado por la prensa respecto a las denuncias de violación, sus militantes con polos con el rostro de Cáceres cerraban filas y empujaban a los reporteros para evitarle preguntas incómodas.
Comparte esta noticia