Los Wiñaccori Quispe visten los tradicionales trajes de su comparsa y realizan los rituales de agradecimiento frente al altar, ya que este año no podrán peregrinar hasta el nevado Ausangate.
La familia Wiñaccori Quispe armó un altar al Señor de Qoyllur Riti en su vivienda del distrito de San Jerónimo, en Cusco, y cada domingo realiza sus rituales de agradecimiento, tras la suspensión de la tradicional caminata al santuario programada para el mes de junio.
Desde hace 35 años, los seis integrantes de esta familia cumplen con la peregrinación hasta las faldas del nevado de Ausangate, en la provincia de Quispicanchi.
Debido a la emergencia sanitaria, desde su casa, los Wiñaccori Quispe, ataviados con los trajes de su comparsa de Qhapaq Qolla , danzan y cumplen con una serie de costumbres antes y después de cada oración. En una especie de competencia, ellos se dan látigos en las piernas para ver quién aguanta más.
Percy Wiñaccori, de 40 años, lamentó que este año no pueda realizar la peregrinación. Por ello, realiza oraciones "al papá Qoyllur Riti y a la mamá Dolorosa" para que los peruanos pasen esta enfermedad.
La peregrinación al Santuario del Señor de Qoyllur Riti reúne a más de 13,000 danzantes, quienes al compás de la música, suben desde la localidad de Mawayani, en Ocongate, hasta el nevado de Ausangate.
Esta festividad religiosa fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el 2011.
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