Isabel Santillán comentó que el suboficial siempre ocupaba el primer lugar en los cursos policiales. Los restos del efectivo de tercera de la Policía Nacional fueron velados en su vivienda ubicada en el sector de San Carlos.
Como un padre amoroso y engreidor, dispuesto a entregar todo por su familia y la institución, así recuerda Isabel Santillán a su esposo, el suboficial de la Policía Nacional, Pedro Anchante Zevallos, quien fue asesinado el último jueves en la comisaría de Orrantia del Mar, en Lima.
Tras el homenaje realizado por sus compañeros en Lima, los restos del suboficial fueron trasladados hasta su vivienda ubicada en el sector de San Carlos, de la provincia de Huancayo, para ser velados por familiares y amigos.
Su esposa contó a RPP que esperaban la visita del efectivo de 37 años en el mes de noviembre, pues tenían planeado festejar el cumpleaños número tres de su único hijo.
“En noviembre cumplía tres años mi hijo y ya teníamos planes para que él regrese. Me dijo que ya iba a ser su último año en Lima”, expresó su esposa.
Además, contó que Anchante fue un policía dedicado a su trabajo y que siempre ocupaba el primer lugar en los cursos policiales. El agente con 16 años de servicio prometió a su esposa regresar a laborar a Huancayo en el 2021.
Santillán pidió la máxima pena para Álvaro del Río Correa quien disparó en contra de su esposo, ella solicitó que se tome en cuenta los antecedentes del detenido.
Por otro lado, el lunes 28 a las 11 de la mañana se tiene previsto una ceremonia de reconocimiento a cargo de la VI Macro Región Policial en Huancayo.
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