El restaurador Edwin Ramírez "cura heridas", no de seres de carne y hueso, sino de yeso, de imágenes sagradas como la Virgen de la Puerta y Jesucristo.
Suena la sirena de una ambulancia, un hombre abre la puerta de su clínica, mientras que desde el vehículo, personal técnico del Hospital Belén baja a Cristo Crucificado. Lo tienden sobre la mesa de trabajo y empieza la cirugía.
"Lo trajeron a las doce del día, era hora punta, todo el tránsito se paralizó. Al abrir las puertas de la ambulancia, bajaron a un Cristo. Fue el primer paciente que tuvimos", narró a RPP Noticias Edwin Ramírez Mendoza, el "cirujano" de las imágenes sagradas.
De niño, Edwin Ramírez soñó con ser un militar, pero con el tiempo se convirtió en el propietario de una "Clínica de Santos", la única en Trujillo. Desde su taller ubicado en la séptima cuadra del jirón Orbegoso, en el centro histórico de Trujillo, Edwin muestra las herramientas y pinturas que emplea en su labor de restauración de imágenes.
Asegura que santos de todos tipos y tamaños han llegado a sus manos, incluso algunos traídos desde el extranjero. Ya son 18 años los que ejerce este oficio.
No siempre quiso ser restaurador. Luego de soñar con ser miembro de las Fuerzas Armadas, se convirtió primero en sacristán y, luego, en cantante de la Catedral de Trujillo. También estuvo a cargo por varios años del museo Catedralicio y fue allí donde aprendió este arte. Al dejar la catedral, decidió emprender con la clínica. Afirma que Dios le tuvo preparado este trabajo para él.
El trabajo de Edwin va más allá. También restaura los mantos, lienzos, estandartes, coronas, andas, entre otros objetos relacionados a los santos. Es conocido entre las hermandades pero también entre fervorosos fieles católicos.
Brazos rotos, pintura desgastada, mantos corroídos, Edwin lo restaura. En medio de óleos, pinceles y barniz, este artista mantiene firme esta frase: "Hoy su santo lo necesita, mañana usted a Él".
Texto: Mariadhela Aguilar
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