Uno de los docentes ya fue destituido del cargo y otros dos casos se encuentran en investigación. En los próximos días serán resueltos, afirma gerente regional de Educación, Rafael Moya.
En lo que va del año escolar 2019, se han detectado tres casos de tocamientos indebidos en las UGEL de la región La Libertad, informó el gerente regional de Educación, Rafael Moya Rondo.
La autoridad indicó que tras el procedimiento de ley, uno de los docentes ya fue destituido del cargo y otros dos casos se encuentran en investigación y en los próximos días serán resueltos.
Respecto a la revisión de mochilas propuesta por la Asociación de Colegios Particulares de La Libertad, Moya Ronda indicó que las instituciones que tomen esta decisión deberán incorporar la medida en su reglamento interno y en manual de convivencia con alumnos.
Explicó que la medida debe ser consultada a los padres de familia para que ellos permitan que la institución revise la mochila; sin embargo, aclaró que no está permitida la revisión corporal del estudiante para evitar tocamientos indebidos.
Mayor confianza con sus hijos
Los padres que generen mayor confianza en sus hijos, serán comunicados por ellos sobre tocamientos indebidos y abusos sexuales que sufran, señala al respecto el psicólogo trujillano Jaime Zavaleta Díaz.
En diálogo con RPP Noticias, el especialista señaló que los niños que tienen padres castigadores no suelen revelar estos actos por temor a ser reprendidos o por un sentimiento de culpa. Por eso, es necesario, indicó, que los padres de familia generen en ellos la capacidad de que puedan conversar.
Zavaleta Díaz explicó que muchas veces el silencio del alumno está relacionado con una amenaza en notas si el abusador es un profesor, la muerte o causar daño a la familia.
Advirtió que entre las principales consecuencias que originan los abusos es una afectación focalizada como la depresión y ansiedad, o de manera generalizada en un nivel psicológico, biológico y social.
Principales síntomas de abuso
Señaló que niños víctima de tocamientos indebidos o abuso sexual tienden a cambiar su conducta. Se vuelven más violentos, irritables o, todo lo contrario, tienen menos capacidad de contacto social, evita participar en los juegos o está más callado.
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