Niño embajador de la lectura pide a presidente Vizcarra reconstruir su colegio porque se cae a pedazos

Víctor Angulo Córdoba, declarado embajador de la lectura, a través de un video pide al presidente de la República, Martín Vizcarra, decidir por la construcción del nuevo local para su colegio Ramiro Ñique Espíritu, de Moche, cuya infraestructura tiene una antigüedad de más de 50 años.

"Presidente Martín Vizcarra, mira cómo está mi colegio, se está cayendo a pedazos, un terremoto no va aguantar esto. Esto se va a caer y todos vamos a tener accidentes. Fujimori está preso. Alan García ya murió. Te quiero hacer una pregunta: ¿Y mi colegio, para cuándo?", dice el pequeño de 12 años en el video.

Y no es para menos. RPP Noticias llegó hasta la institución educativa emblemática del distrito de Moche y pudo constatar que los mil 500 alumnos de primaria y de secundaria, estudian en ambientes cuyas paredes y techos están a punto de colapsar y pueden ceder ante un eventual temblor.

Los niños tienen un patio sin techo, las aulas tienen ventanas con vidrios rotos y a punto de caer por su antigüedad, mientras que hay salones tan oscuros que los padres han tenido -literalmente- que hacer huecos en las paredes para que ingrese luz natural.

Por la falta de ambientes, incluso, los baños en deplorable estado y que estaban inhabilitados tendrán nuevamente que utilizarse. La emergencia de una nueva infraestructrura es notoria.

La subdirectora del Ramiro Ñique, Edith Zavaleta Gutiérrez, indicó que el proyecto de nuevo colegio viene desde el año 2011. Este contempla la construcción de 30 aulas, así como talleres educativos por 20 millones de soles, pero no cuenta con la aprobación del Gobierno Regional de La Libertad para su ejecución inmediata.

El RAÑE, como suele llamarse a esta institución, cuenta con 790 estudiantes del nivel primaria en el turno de la mañana y otros 700, en secundaria.

Víctor Angulo, quien cursa el sexto grado de primaria, fue conocido cuando en su afán de estudiar y hacer sus tareas a pesar de no contar con energía eléctrica en su vivienda, salía a la calle y hacía sus deberes bajo la luz de un poste de alumbrado público. Su esfuerzo y espíritu lo llevaron a ser condecorado como embajador de la lectura por la Universidad Unión de Lima.