Tras horas de tensión, la orden judicial fue suspendida por falta de garantías. Se trata de la disputa legal entre familiares por un inmueble de la urbanización Santa Inés.
Diego Arroyo Ibáñez de 35 años se atrincheró en la puerta de un inmueble junto a sus hijos, se roció combustible en el cuerpo y cogió un balón de gas para evitar ser desalojado.
El hecho ocurrió en la cuadra 4 de la calle La Perla en la urbanización Santa Inés de Trujillo. Hasta el lugar llegó un contingente policial junto a la representante del Ministerio Público para proceder con una orden judicial que indicaba el desalojo de la familia que ocupaba el inmueble.
Consultado sobre su determinación y el riesgo al que expuso a su familia, Diego Arroyo aseguró que defenderá el terreno hasta las últimas consecuencias.
Según Luis Carlos Cabrera, abogado defensor de la parte que ejecuta el desalojo, la vivienda pertenece a Elizabeth Ibañez Plasencia y la acción fue determinada por un juez, tras un proceso llevado a término.
Sin embargo, para Diego Arroyo se trata de una acción injusta debido a que, según señaló el inmueble perteneció a su madre y le corresponde a él como heredero. Aseguró que son sus tías, las hermanas de su madre, quienes pretenden apropiarse de la vivienda a pesar que nunca vivieron en el lugar y, presuntamente, haciendo uso de documentos fraguados.
El lugar estuvo resguardado por unos 50 policías. Tras horas de tensión, la fiscal decidió suspender la intervención por la falta de garantías.
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