Los familiares de Jenny Elizabeth, pidieron a la policía esclarecer el hecho y sancionar con todo el peso de la ley a los responsables de esta muerte.
La muerte de la joven madre Jenny Elizabeth Montesa Mejía de 33 años, hallada con golpes y serias lesiones en el cuerpo al interior de una vivienda del sector La Pradera de Chiclayo, el pasado 13 de febrero, ha encendido la sospecha de los investigadores, quienes se encuentran tras los pasos de dos presuntos sospechosos.
Los agentes de criminalística tratan de esclarecer si se trató de un nuevo caso de feminicidio o un asesinato cometido por personas allegadas a la víctima. Lo que sí han confirmado las pericias de médico legista, es que la mujer fue asfixiada y después atacada a golpes.
“Todo está en investigación, pero de los exámenes forenses han determinado que tiene marcas en el cuello. Por lo que podemos decir que se trata de un crimen”, informaron los especialistas de la sede médico legal.
Las primeras sospechas habría recaído en la expareja de la víctima, quien reside en Cajamarca y se encuentra denunciado por violencia familiar. Sin embargo, las pesquisas apuntan también a un exinterno del centro de rehabilitación de Chiclayo José Quiñones Gonzales “Escuelín”, y una persona más que habría facilitado las llaves de la casa, ubicada en la Manzana “E” Lote 9 del sector el Buen Pastor, donde fue hallada semidesnuda la mujer.
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