Dailym Berliyeth Prato Maldonado es una joven venezolana que refiere que con estas clases ayuda a las familias a sobrellevar el estrés y ansiedad que genera el confinamiento. En su mayoría participan mujeres de los 17 a los 50 años.
Dailym Berliyeth Prato Maldonado es una joven venezolana que dictaba clases de yoga, pero la emergencia del nuevo coronavirus cerró todos los negocios y no encontró mejor forma de llegar a sus clientes, que compartir sus clases de manera virtual.
Todos los días dicta sesiones de ejercicios y relajación para ayudar a las familias a olvidar el estrés y la ansiedad que genera el confinamiento.
“Estas actividades de expresión corporal reducen el estrés, lubrican las articulaciones, previenen daños cerebrales, dan mayor ventilación pulmonar y mayor rendimiento físico. Ayudan a ser más seguros. En mis clases hago que pongan toda preocupación a un lado” expresó.
Dailym Prato llegó hace dos años al Perú y practica esta actividad desde los 13 años. A los 15 empezó a dar clases a mujeres, y en Perú tiene alumnas desde los 17 hasta los 50 años. Las redes sociales se han convertido en su mejor aliado.
“Llevo las clases por llamadas, videollamdas y zoom para quienes tienen esta herramienta en su celular. También trabajo según el peso de las chicas porque hay que adaptar las clases para que se puedan relajar”, agregó.
También graba sus clases a las personas que no pueden conectarse a tiempo y siempre agrega mensajes positivos y motivadores para sobre llevar esta cuarentena.
“Utilizamos colchonetas, ligas, pelotas, almohadones los cuales ayudan a una mejor la respiración según el trabajo que este programado. La música relajante es un gran aliado para este momento de emergencia” anotó.
Esta joven venezolana, así como otros compatriotas suyos, luchan por salir adelante y más aún en medio de esta emergencia donde el trabajo es esquivo para ella y otros migrantes.
Jorge Tomás Alza Díaz, representante de un gimnasio chiclayano manifestó que son en promedio 180 los locales que se vieron obligados a cerrar por esta emergencia sanitaria. Sin embargo, muchos instructores decidieron empezar sus clases virtuales con todos sus clientes.
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