El presidente García negó que esté desairando al mandatario electo, Ollanta Humala, pero no está dispuesto a sufrir nuevamente los ´ruidos y gritos´ de los parlamentarios, como sucedió en el 90.
El presidente de la República, Alan García Pérez, confirmó hoy que no asistirá a la transmisión de mando de Ollanta Humala en el Congreso de la República, el 28 de julio, para evitar abucheos de los parlamentarios.
Recordó que en 1990 vivió una experiencia desagradable en el Parlamento durante una ceremonia similar, y no está dispuesto a pasar por lo mismo delante de otros jefes de Estado extranjeros visitantes.
“Los parlamentarios aprovechan para hacer sus ruidos y sus gritos y no es bueno para el país, no es bueno ante los ojos de nuestros visitantes extranjeros y finalmente no es bueno para mí porque eso ya lo sufrí en el año 90”, expresó.
García Pérez explicó que no siendo constitucional ni legal que el mandatario saliente le entregue la banda presidencial al nuevo gobernante, no está desairando a Ollanta Humala, informó RPP Noticias.
“No es ningún desaire, en lo absoluto, porque no hay ninguna obligación legal. Además, ya he visto como se maltrata a los jefes de Estado saliente allí y no estoy dispuesto a aceptar esas cosas”, agregó.
Dijo que lo mejor es que el gobernante electo lea su mensaje a la Nación con libertad y no dar oportunidad a que los nuevos parlamentarios den “rienda suelta a esas pasiones” con su presencia en el Congreso.
“Es mejor que el presidente de la República abandone la Casa de Gobierno en el momento que el nuevo presidente presta juramento y, naturalmente, el simbolismo de la ‘entrega de la banda’ tiene poco sentido porque por dimensión y longitud no será la que yo uso el que vaya a usar el señor Humala”, anotó.
Según se informó, García Pérez dará un mensaje a la nación la noche del 27 y hará su última aparición pública como presidente el jueves, en el Té Deum.
Luego irá a Palacio a despedirse de su personal y, finalmente, se dirigirá a su casa.
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