El exsacerdote Marco Arana subrayó que las iglesias no pueden utilizar su poder para pretender influir sobre el Estado en materia de sus propios intereses.
Al ser consultado sobre el debate del proyecto que plantea la unión civil entre personas del mismo sexo, el líder del movimiento Tierra y Libertad, Marco Arana, sostuvo que sería “grave que autoridades de la Iglesia Católica pretenda influir o imponer su visión particular de las cosas al Estado”.
“Eso en una sociedad democrática no debería ser tolerado”, explicó el dirigente político en diálogo con Ideeleradio.
“Discriminar a ciudadanos de derechos civiles básicos que son en este caso a lo que apunta la unión civil, no es compatible con el fortalecimiento de una sociedad democrática”, manifestó también el sociólogo.
El exsacerdote subrayó que las iglesias no pueden utilizar su poder para pretender influir sobre el Estado en materia de sus propios intereses.
“Las iglesias en general pueden enseñar, pedir e incluso exigir a sus fieles un determinado comportamiento ético, (pero) eso no implica que utilicen su poder para pretender influir sobre el Estado en materia de sus propios intereses y de su propia visión”, concluyó Arana Zegarra.
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