Devida: Discurso de "coca o muerte" perdió vigencia en el Monzón

El discurso violentista de “coca o muerte” ha perdido vigencia en el valle del Monzón gracias a la acción del Estado que ha ingresado por primera vez a esta zona cocalera del país para impulsar el desarrollo, afirmó este domingo la presidenta ejecutiva de Devida, Carmen Masías.

“Un lema tan terrible como ‘coca o muerte’ ahora ha cambiado por otro más positivo como ‘viva el desarrollo’ y ‘viva el Monzón’. En mi última reunión con alcaldes y dirigentes cocaleros, terminamos con vivas al Monzón, con arengas positivas hacia el desarrollo”, declaró a la Agencia Andina.

Agregó que desde el ingreso del Estado al valle del Monzón, en la región Huánuco, hay un acercamiento más marcado entre los representantes del Gobierno central con autoridades locales, de tal forma que ya hay un cambio de mentalidad sobre el cultivo de coca.

Por ejemplo, informó que tras la reunión sostenida esta semana con 35 representantes y autoridades del Monzón, hubo un pronunciamiento el que rechazan el narcotráfico, la violencia y el terrorismo.

“El Monzón ahorita tiene un 51 por ciento de pobreza total y 35 por ciento de pobreza crítica. La pregunta que le hemos hecho es: ¿queremos seguir en esto? ¿Qué les ha dado la coca en todas estas décadas? Nada, solo pobreza”, subrayó.

Destacó, en tal sentido, que el presidente del Consejo de Ministros, Juan Jiménez Mayor, haya encargado a Devida la elaboración de un plan integral con todos los sectores, el cual será entregado a partir de la segunda quincena de febrero.

Según refirió, al Monzón no se había entrado en 30 años, salvo en la época del exministro del Interior, Fernando Rospigliosi, quien dispuso la destrucción de 72 laboratorios, pero no se hizo erradicación ni desarrollo.

“Acá se quiere erradicar el narcotráfico y hacer desarrollo, y ese esfuerzo no tiene precedentes”, remarcó.

Por otro lado, descartó que la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas contemple de alguna manera la legalización del consumo de sustancias ilegales en el país, como lo han planteado algunos sectores.

“El Gobierno peruano no está a favor de la legalización. No comparto de ninguna manera el enfoque de la legalización porque así no se acabaría la criminalidad”, anotó.

ANDINA