El catedrático y exgerente de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV), Lucas Lavado, consideró que la decisión de la ANR es tardía y que los alcances de sus disposiciones son insuficientes.
El catedrático y exgerente de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV), Lucas Lavado, manifestó receló respecto a la anunciada intervención de esa casa de estudios de parte de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Señaló que la resolución que dispone la intervención no es precisa y que el trabajo de la comisión podría ser "un fiasco".
Consideró que la decisión de la ANR es tardía y que los alcances de las acciones dispuestas para la intervención son insuficientes. Indicó que al ordenarse la conformación de una comisión de orden y gestión y no una de reorganización, no se atacaría a la estructura organizada por el suspendido rector, Luis Cervantes Liñán.
Detalló que la cuestionada autoridad académica organizó un sistema normativo que lo facultaba como la única persona que podía firmar todos los documentos de la universidad, entre otras irregularidades. Indicó que los decanos de esa casa de estudios también eran partícipes de estos actos irregulares y sin embargo aún mantienen sus puestos en esa casa de estudios.
Sugirió que la comisión de la ANR buscaría, en realidad, eludir que la comisión de Educación del Congreso investigue las irregularidades al interior de la Universidad Garcilaso. Recordó que ese grupo de trabajo solicitó a la justicia que allane la casa de estudios para obtener la documentación que el rector se negaba a entregar. "Lo que hace (la ANR) (...) lo hace como una manera de evadir y nombra una comisión tardiamente", sostuvo.
Lamentó que la resolución de la ANR no haga alusión "a los verdaderos dueños" de la universidad, es decir a la Asamblea General de Asociados, conformada por los profesores nombrados de la UIGV y que según un estatuto vigente, es el máximo organismo universitario.
Lavado, denunció en febrero de 2013 las irregularidades en la gestión de Cervantes Liñán. Las referidas a las asignaciones de sueldos excesivamente elevados del rector y su entorno familiar, así como de los decanos, provocó la condena de la opinión pública.
Pese al escándalo, recién el último sábado, La Asamblea Nacional de Rectores (ANR) dispuso la intervención de la UIGV y la suspensión de sus funciones al rector y vicerrector de esa casa de estudios, Luis Cervantes Liñán y Jorge Lazo Manrique, respectivamente.
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