´Hay una solicitud del Senamhi desde hace dos años para adquirir un equipo que permita hacer este tipo de previsiones y señalamientos, y está en camino de ejecutarse´, aseguró Velásquez.
El presidente del Consejo de Ministros, Javier Velásquez Quesquén, afirmó que se adquirirá un sofisticado equipo de prevención de desastres pedido por el Servicio Nacional de Meteorología desde hace dos años.
El primer ministro hizo el anuncio tras las inundaciones que la semana pasada dejaron a 37.973 damnificados en el sur peruano, incluidos a miles de turistas varados en Machu Picchu.
"Hay una solicitud del Senamhi (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología) desde hace dos años para adquirir un equipo que permita hacer este tipo de previsiones y señalamientos, y está en camino de ejecutarse", aseguró a los periodistas.
El jefe del Gabinete añadió, no obstante, que "estas precipitaciones pluviales han sido inusuales, no había forma de poder detectar sus consecuencias".
Las lluvias e inundaciones dejaron 37.973 damnificados, 67.463 afectados, 20 muertos y 20 heridos en las regiones de Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huánuco, Huancavelica, Junín, Lima y Puno, según cifras de Defensa Civil.
Ante la magnitud de los destrozos, varios expertos peruanos insistieron en la necesidad de que el Estado invierta en prevención para no seguir gastando en la reconstrucción de ciudades enteras.
El presidente del Instituto Geofísico del Perú, Ronald Woodman, pidió "que la prevención sea una inversión, no un gasto", según declaraciones recogidas por el diario Ojo.
A su turno, el director nacional de Prevención de Desastres del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Alberto Bisbal, consideró "sumamente necesaria" la implementación de una política nacional de prevención de desastres, pues Perú es un país vulnerable a los sismos, inundaciones y sequías, de acuerdo al mismo matutino.
El primer ministro admitió, por otra parte, que faltó "capacidad de respuesta y organización de los gobiernos subnacionales (de las regiones y ayuntamientos)", ante las torrenciales lluvias e inundaciones.
Añadió que ante esto no se tenía preparado "un plan de contingencia para enfrentar la emergencia".
Según Velásquez, la lentitud en la reacción responde a que el sistema de Defensa Civil está ahora administrado por las municipalidades y los gobiernos regionales.
No obstante, aseguró que la reconstrucción de las más de 7.600 casas destruidas a nivel nacional se ejecutará más rápido que con los damnificados del terremoto de Pisco, ocurrido en 2007, porque el ministerio respectivo está trabajando en un sistema más fluido de ayuda.
De otro lado, el ministro peruano de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez, confió en que las visitas a la ciudad del Cuzco y la ciudadela incaica de Machu Picchu se reanuden en breve, tras las labores de limpieza y reparación que se concluirán en abril aproximadamente.
El Gobierno peruano tuvo que organizar alrededor de un centenar de vuelos en helicópteros para trasladar a unos 4.000 turistas que quedaron varados en Machu Picchu la semana pasada por las lluvias.
"La situación del Cuzco es temporal y la vamos a revertir, además el Gobierno va a trabajar intensamente para lograr la meta de recibir a 2,2 millones de turistas, como nos trazamos a principios de este año", declaró Pérez a la agencia oficial Andina.
La estrategia será promover otros destinos turísticos en los alrededores de Cuzco, hasta que la empresa Perú Rail, que administra el servicio de tren para llegar a Machu Picchu, concluya con la reparación de las vías en "siete u ocho semanas".
-EFE
El primer ministro hizo el anuncio tras las inundaciones que la semana pasada dejaron a 37.973 damnificados en el sur peruano, incluidos a miles de turistas varados en Machu Picchu.
"Hay una solicitud del Senamhi (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología) desde hace dos años para adquirir un equipo que permita hacer este tipo de previsiones y señalamientos, y está en camino de ejecutarse", aseguró a los periodistas.
El jefe del Gabinete añadió, no obstante, que "estas precipitaciones pluviales han sido inusuales, no había forma de poder detectar sus consecuencias".
Las lluvias e inundaciones dejaron 37.973 damnificados, 67.463 afectados, 20 muertos y 20 heridos en las regiones de Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huánuco, Huancavelica, Junín, Lima y Puno, según cifras de Defensa Civil.
Ante la magnitud de los destrozos, varios expertos peruanos insistieron en la necesidad de que el Estado invierta en prevención para no seguir gastando en la reconstrucción de ciudades enteras.
El presidente del Instituto Geofísico del Perú, Ronald Woodman, pidió "que la prevención sea una inversión, no un gasto", según declaraciones recogidas por el diario Ojo.
A su turno, el director nacional de Prevención de Desastres del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Alberto Bisbal, consideró "sumamente necesaria" la implementación de una política nacional de prevención de desastres, pues Perú es un país vulnerable a los sismos, inundaciones y sequías, de acuerdo al mismo matutino.
El primer ministro admitió, por otra parte, que faltó "capacidad de respuesta y organización de los gobiernos subnacionales (de las regiones y ayuntamientos)", ante las torrenciales lluvias e inundaciones.
Añadió que ante esto no se tenía preparado "un plan de contingencia para enfrentar la emergencia".
Según Velásquez, la lentitud en la reacción responde a que el sistema de Defensa Civil está ahora administrado por las municipalidades y los gobiernos regionales.
No obstante, aseguró que la reconstrucción de las más de 7.600 casas destruidas a nivel nacional se ejecutará más rápido que con los damnificados del terremoto de Pisco, ocurrido en 2007, porque el ministerio respectivo está trabajando en un sistema más fluido de ayuda.
De otro lado, el ministro peruano de Comercio Exterior y Turismo, Martín Pérez, confió en que las visitas a la ciudad del Cuzco y la ciudadela incaica de Machu Picchu se reanuden en breve, tras las labores de limpieza y reparación que se concluirán en abril aproximadamente.
El Gobierno peruano tuvo que organizar alrededor de un centenar de vuelos en helicópteros para trasladar a unos 4.000 turistas que quedaron varados en Machu Picchu la semana pasada por las lluvias.
"La situación del Cuzco es temporal y la vamos a revertir, además el Gobierno va a trabajar intensamente para lograr la meta de recibir a 2,2 millones de turistas, como nos trazamos a principios de este año", declaró Pérez a la agencia oficial Andina.
La estrategia será promover otros destinos turísticos en los alrededores de Cuzco, hasta que la empresa Perú Rail, que administra el servicio de tren para llegar a Machu Picchu, concluya con la reparación de las vías en "siete u ocho semanas".
-EFE
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