A 25 años del "Fujishock", Juan Carlos Hurtado Miller", dio algunos detalles de cómo lograron convencer a Alberto Fujimori para aplicar un plan al que se había opuesto en su campaña.
A 25 años del "Fujishock", el ajuste económico más dramático de nuestra historia, Juan Carlos Hurtado Miller, uno de sus principales artífices y quien, además, fue el encargado de anunciarlo al país en un mensaje que terminó con la recordada frase "que Dios nos ayude", reafirmó que dichas medidas eran la única alternativa que tenía el Perú para salir de la ruina económica.
En diálogo con RPP Noticias, también dio algunos detalles de cómo lograron convencer al entonces presidente, Alberto Fujimori, para aplicar un plan al que se había opuesto abiertamente en su campaña hacia la presidencia.
Recordó que Fujimori tenía un grupo de asesores que no eran partidarios del shock económico, pero que luego con un equipo técnico lograron convencerlo de que no era posible estabilizar el país si los precios de los productos "eje" de la economía no eran reales.
"Fujimori es un hombre muy inteligente, es un matemático (...) y le explicamos que no había ninguna posibilidad de que los precios relativos, en la inflación que estaba, se apoyara en los precios ejes. No hay forma de estabilizar un país si los precios ejes fundamentales no funcionan; y estos precios son los que apoyan los precios relativos que forman los costos de las empresa y forman el ingreso de las personas (...) (Fujimori) lo entendió muy bien y aceptó", detalló.
Hurtado Miller citó al economista Jeffrey Sachs, quien dijo que en una situación de crisis "el abismo hay que saltarlo de un solo salto" para justificar la agresividad de las medidas que se adoptaron para enfrentar la inflación que a inicios de la década de los 90 crecía tres por ciento al día en promedio, más de lo que crece anualmente en los últimos años.
"Para la sociedades y para todo proceso económico la inflación es un cáncer. No hay ninguna forma de poder desarrollar un país si persiste la inflación (...) el abismo hay que saltarlo de un solo salto, no se puede hacer etapas porque uno se cae y esa es la única manera, cortar de raíz", señaló.
"Desgraciadamente es muy doloroso, como lo fue; la inflación de agosto (1990), fue casi 400 % y de setiembre 400 % y de ahí comenzó a declinar; pero la inflación que encontramos era 40 % mensual (...) por lo tanto no había otra solución más que esa", manifestó.
El exministro, informó que previó al anuncio del 8 de agosto de 1990, el Gobierno ya había trabajado un programa de compensación social para dar sustento provisorio a las familias que iban a resultar más afectadas por las medidas económicas. Indicó que la iglesia Católica apoyó al Estado alimentando a unas 7 millones de personas por día.
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