La marcha que se inició de manera pacífica se tornó en caótica y violenta luego que un reducido grupo, aparentemente vinculado a Movadef y la CTP, iniciaron las agresiones contra la Policía.
Miles de personas, entre estudiantes, sindicalistas, políticos y miembros de colectivos sociales, participaron en la cuarta marcha de rechazo a la ley laboral juvenil aprobada en diciembre pasado por el Gobierno.
La marcha, convocada por diferentes colectivos mediante las redes sociales, comenzó hacia las 17.00 horas cuando se encontraron diferentes piquetes que se habían concentrado previamente en el Campo de Marte, la Plaza San Martín, el Parque Universitario y la Plaza Dos de Mayo.
Los manifestantes protagonizaron una manifestación pacífica hasta llegar a la céntrica avenida Abancay, donde se encontraron con un numeroso contingente policial que impidió el paso hacia las cercanías del Congreso.
A pesar de que la mayoría abogó por evitar un enfrentamiento, un grupo de personas insultó a policías y periodistas, al tiempo que arrojó pintura sobre los agentes.
Estos hechos fueron atribuidos a militantes del Movadef, por algunos jóvenes manifestantes que participaban en la marcha. Más tarde, uno de los que fueron vistos agrediendo a los agentes del orden, reconoció pertenecer a ese grupo vinculado a Sendero Luminoso.
Aunque se trataba de un grupo reducido, el nivel de agresividad de estas personas logró generar caos en una marcha que venía realizándose de una manera pacífica. Aparentemente fuera de control, estos sujetos trataban de golpear con palos y piedras a los policías.
Tras esto, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y chocaron con los manifestantes, muchos de los cuales arrojaron restos de ladrillos que hirieron a varios agentes.
El enfrentamiento se concentró luego en la avenida Nicolás de Piérola y la Plaza San Martín, en la que se prendieron fogatas y continuaron los choques violentos.
Más tarde, el ministro del Interior Daniel Urresti, se presentó ante la prensa en la plaza San Martín, e hizo un balance de lo sucedido durante la cuarta jornada de protestas contra la llamada "ley pulpín".
El ministro afirmó que dieciséis efectivos policiales resultaron heridos (uno de ellos grave) y que se detuvo a veinte personas. El titular del Interior lamentó que los jóvenes se hayan "aliado con el diablo", en referencia a los integrantes de estos grupos que consideró "violentos".
"Gracias a Dios todos han sido testigos de que la Policía se ha comportado a la altura de las circunstancias. Se les advirtió, se les dijo que no intentarán llegar al Congreso, eso está prohibido. Y les advertimos a los jóvenes que se estaban aliando con el diablo, con la CTP con la CGTP, ellos son violentos, ellos no van defienden su ley, a ellos no les interesa para nada la ley, ellos defienden otros intereses", dijo a los medios.
"La policía ha resistido palos bombardas piedras cerca de 20 minutos. En los momentos que se hacía imposible, se dio la orden de que lancen las bombas lacrimógenas para despejar a la gente. Es una pena porque hemos estado dispuestos a darles la seguridad como la vez pasada", añadió.
Urresti indicó que según los cálculos de la policía solo 3500 manifestantes asistieron a la marcha, y aseguró que solo había mil jóvenes protestando en contra de la ley.
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