Distintas personalidades manifestaron su desacuerdo con el fallo del Poder Judicial. Sin embargo, el presidente Alan García dijo que se debe respetar la decisión de la justicia.
La estadounidense Lori Berenson, quien cumplía en Lima una condena a 20 años de prisión por terrorismo desde 1995, debía quedar en libertad condicional en las próximas horas tras los beneficios otorgados el martes por una jueza, en medio de un exacerbado rechazo de la sociedad peruana.
El caso de Berenson, de 40 años de los cuales 15 han transcurrido en prisión, acaparó la prensa con muestras de rechazo y con un inusitado cierre filas contra la decisión judicial, basada en la actual legislación peruana.
El malestar expresado por distintas personalidades se centra en la concesión de beneficios de libertad condicional a quienes se alzaron en armas contra el Estado entre 1980 y el 2000 con un saldo de casi 70.
000 muertos.
"Como jefe de Estado respeto las decisión del Poder Judicial", dijo el presidente Alan García, pero su voz era una de las pocas que llamaban a la calma en medio de la indignación generalizada.
El rechazo a Berenson se origina en que muchos peruanos recuerdan que a inicios de 1996, cuando fue presentada a la prensa por la policía, la estadounidense lució desafiante y lanzó arengas a favor de la lucha armada.
Marcos Ibazeta, ex magistrado antiterrorista, cuestionó la falta de carácter de los jueces que han otorgado beneficios de libertad condicional en los últimos años a presos por casos de terrorismo, como el de Berenson.
"Los jueces no supieron analizar bien los criterios para conceder o denegar los beneficios penitenciarios", se queja Ibazeta.
El congresista del izquierdista Partido Nacionalista, Daniel Abugatás, dijo que la decisión refleja "la crisis del régimen carcelario, donde se conceden beneficios penitenciarios en base a opiniones que no son contundentes".
El ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, el obispo Luis Bambarén, conocido por defender los derechos humanos, dijo que "si se detecta cualquier irregularidad debe volver inmediatamente a la cárcel, es un peligro social porque no ha cambiado su mentalidad como otros condenados".
"Ella es una terrorista, ellos jamás se arrepienten, no la queremos como vecina", declaró a una canal de televisión local una inquilina del edificio donde Berenson vivirá cuando esté libre, en el barrio limeño de Miraflores.
Berenson deberá permanecer en Perú hasta el 2015, cuando se complete su sentencia.
Entretanto debe guardar normas de buena conducta y no salir del país, según su abogado y ex pareja, Aníbal Apari, quien es padre de un hijo de ambos de un año que hasta ahora ha vivido en prisión junto a su madre.
El caso Berenson se volvió emblemático e incluso la administración de Bill Clinton exigió a Lima un juicio imparcial, durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).
La estadounidense fue condenada como cómplice del grupo armado Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) por participar en planes para atacar y tomar el Congreso Nacional a fines de 1995.
El MRTA llevó a cabo 1996 el secuestro más largo en América Latina al tomar por más de cuatro meses la embajada del Japón en Lima con 72 rehenes.
El fallo a favor de Berenson se concreta a pocos días de la primera visita oficial a Estados Unidos, el 1 de junio, del presidente Alan García, quien viaja invitado por su par Barack Obama.
Una expulsión de Berenson a Estados Unidos es evaluada dijo el ministro de Justicia, Víctor García Toma, aunque hay dudas sobre esta posibilidad teniendo en cuenta que es madre de un menor nacido en Perú de padre peruano.
Berenson, nacida en Nueva York, era la única estadounidense presa por delito de terrorismo en Perú y su caso se hizo conocido internacionalmente por la cruzada de sus padres en internet y medios de prensa de su país.
La jueza Jessica León acogió el martes un pedido de Berenson de beneficios penitenciarios y libertad condicional por haber cumplido la tercera parte de su sentencia bajo normas de buena conducta.
AFP
El caso de Berenson, de 40 años de los cuales 15 han transcurrido en prisión, acaparó la prensa con muestras de rechazo y con un inusitado cierre filas contra la decisión judicial, basada en la actual legislación peruana.
El malestar expresado por distintas personalidades se centra en la concesión de beneficios de libertad condicional a quienes se alzaron en armas contra el Estado entre 1980 y el 2000 con un saldo de casi 70.
000 muertos.
"Como jefe de Estado respeto las decisión del Poder Judicial", dijo el presidente Alan García, pero su voz era una de las pocas que llamaban a la calma en medio de la indignación generalizada.
El rechazo a Berenson se origina en que muchos peruanos recuerdan que a inicios de 1996, cuando fue presentada a la prensa por la policía, la estadounidense lució desafiante y lanzó arengas a favor de la lucha armada.
Marcos Ibazeta, ex magistrado antiterrorista, cuestionó la falta de carácter de los jueces que han otorgado beneficios de libertad condicional en los últimos años a presos por casos de terrorismo, como el de Berenson.
"Los jueces no supieron analizar bien los criterios para conceder o denegar los beneficios penitenciarios", se queja Ibazeta.
El congresista del izquierdista Partido Nacionalista, Daniel Abugatás, dijo que la decisión refleja "la crisis del régimen carcelario, donde se conceden beneficios penitenciarios en base a opiniones que no son contundentes".
El ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, el obispo Luis Bambarén, conocido por defender los derechos humanos, dijo que "si se detecta cualquier irregularidad debe volver inmediatamente a la cárcel, es un peligro social porque no ha cambiado su mentalidad como otros condenados".
"Ella es una terrorista, ellos jamás se arrepienten, no la queremos como vecina", declaró a una canal de televisión local una inquilina del edificio donde Berenson vivirá cuando esté libre, en el barrio limeño de Miraflores.
Berenson deberá permanecer en Perú hasta el 2015, cuando se complete su sentencia.
Entretanto debe guardar normas de buena conducta y no salir del país, según su abogado y ex pareja, Aníbal Apari, quien es padre de un hijo de ambos de un año que hasta ahora ha vivido en prisión junto a su madre.
El caso Berenson se volvió emblemático e incluso la administración de Bill Clinton exigió a Lima un juicio imparcial, durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).
La estadounidense fue condenada como cómplice del grupo armado Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) por participar en planes para atacar y tomar el Congreso Nacional a fines de 1995.
El MRTA llevó a cabo 1996 el secuestro más largo en América Latina al tomar por más de cuatro meses la embajada del Japón en Lima con 72 rehenes.
El fallo a favor de Berenson se concreta a pocos días de la primera visita oficial a Estados Unidos, el 1 de junio, del presidente Alan García, quien viaja invitado por su par Barack Obama.
Una expulsión de Berenson a Estados Unidos es evaluada dijo el ministro de Justicia, Víctor García Toma, aunque hay dudas sobre esta posibilidad teniendo en cuenta que es madre de un menor nacido en Perú de padre peruano.
Berenson, nacida en Nueva York, era la única estadounidense presa por delito de terrorismo en Perú y su caso se hizo conocido internacionalmente por la cruzada de sus padres en internet y medios de prensa de su país.
La jueza Jessica León acogió el martes un pedido de Berenson de beneficios penitenciarios y libertad condicional por haber cumplido la tercera parte de su sentencia bajo normas de buena conducta.
AFP
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