La iniciativa busca mantener la inversión privada en este ámbito, pero ajustándola a los estándares de calidad necesarios.
Aquellas universidades privadas que no acrediten la calidad de la enseñanza que imparten, perderán los incentivos de índole tributaria que actualmente reciben, de acuerdo al proyecto de Ley Universitaria que se debate en la Comisión de Educación del Congreso.
El presidente de esta instancia parlamentaria Daniel Mora (PP), sostuvo que la iniciativa busca mantener la inversión privada en este ámbito, pero ajustándola a los estándares de calidad necesarios.
"A las que no tengan calidad se le quitará los incentivos. La ley dice que los excedentes que se tienen en estas asociaciones sin fines de lucro deben de ser invertidos en mejorar sus estándares de calidad y eso hay que cumplirlo", manifestó.
Recordó que estas casas de estudio están exoneradas del impuesto a la renta, de impuestos a la importación de bienes de capital así como del Impuesto General a las Ventas, además de estar eximidas de varios tributos municipales.
Precisó que esto forma parte de los artículos del proyecto de dictamen de ley aprobados el lunes, sobre el régimen económico universitario. Ese día también se aprobó los artículos sobre la situación de los estudiantes y graduados.
Tras haberse aprobado 112 artículos de un total de 136, Mora dijo esperar que en la sesión que se realizará el 2 de diciembre se concluya con los artículos restantes, quedando pendientes solamente las disposiciones complementarias.
ALUMNOS ETERNOS
El parlamentario indicó también que en la nueva ley se considera medidas para evitar la permanencia de "alumnos eternos", que muchas veces permanecen en las universidades para ejercer papeles dirigenciales solventados por las mismas autoridades universitarias.
"Hay un artículo que hace una diferenciación entre alumnos regulares y no regulares", añadió
Los primeros son aquellos que llevan de doce a más créditos en sus estudios; los otros son los que llevan una carga académica menor.
"Los "alumnos eternos" generalmente ocupan dirigencias, enquistándose en ellas, y para eso llevan un solo curso muchas veces; las universidades les dan un cargo administrativo o simplemente les pagan para que sean dirigentes, despreocupándose de la parte académica", refirió.
Otra manera de evitar esa situación es instaurando el principio de que si un alumno desaprueba por tercera vez una misma materia, debería salir de la universidad.
Para los centros de estudios superiores públicos se aplica esta figura, pero también otra que establece que si un alumno desaprueba por segunda vez un curso, se le dará la oportunidad de llevar en el siguiente periodo tan solo dicha materia.
Si desaprueba en esa nueva ocasión, se le suspenderá por un año. Luego de ese lapso, podrá pedir que se le tome un examen sobre lo estudiado; de lo contrario será separado de la universidad, explicó Mora.
"Tratamos de que estos procesos de separación tengan bastante gradualidad", puntualizó.
ANDINA
Comparte esta noticia