En RPP Noticias, Nores de García confirmó la mudanza de 17 escritorios al nuevo local de su ONG, aunque no precisó si se utilizaron o no camiones y personal del Estado.
Pilar Nores de García, esposa del presidente Alan García Pérez, negó que exista algún tipo de irregularidad en la labor que ha realizado en estos cinco años su ONG Instituto Trabajo y Familia (Sembrando) a favor de las comunidades.
Según una denuncia periodística, se utilizaron vehículos y personal del Estado para trasladar muebles del Instituto Trabajo y Familia, que estaban en Palacio de Gobierno, a un depósito en Surco.
En diálogo con RPP Noticias, Nores de García confirmó la mudanza de 17 escritorios al nuevo local de su ONG, aunque no precisó si se utilizaron o no camiones y personal del Estado.
“La mudanza obedece a que estamos trasladándonos a un local privado, como tenía antes de ser la esposa del Presidente, y la idea fundamental no ha sido trasladar bienes a la casa de Pilar Nores, eso es otra afirmaciones errónea. Son escritorios que van a la nueva oficina del Instituto”, explicó.
Ante el pedido de parlamentarios de distintas bancadas para que la esposa del mandatario explique presuntas irregularidades, Pilar Nores aseguró que está dispuesta a entregar toda la documentación necesaria.
Manifestó que la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), entidad encargada de vigilar el manejo de fondos de ONGs, emitió un informe en el que señala que el Instituto Trabajo y Familia ejerce de acuerdo a ley.
Nores de García cuestionó la denuncia de aquellas personas que desconocen la labor de una ONG.
“Todo parte de la ignorancia, de la gente que habla sin informarse. El Instituto solo trabaja con dinero donado, eso obliga a firmar convenios con todas las instituciones del Estado”, señaló.
“Si en estos cinco años algunos de los parlamentarios hubieran estado atentos a lo que Pilar Nores hacia, hubiera visto que firmé convenios con todos los presidentes regionales y ministros”, anotó.
Explicó que estos convenios implican que el Instituto Trabajo y Familia aporta con algunas actividades y las instituciones públicas con otras complementarias a favor de las comunidades más pobres del país.
Dijo que hasta el momento, 92 mil familias altoandinas se han beneficiado con esta labor, entregándoseles cocinas, letrinas, huertos y semilleros comunales.
Precisó que el costo por familia es de 200 dólares, dinero que en su mayoría ha sido donado por fundaciones extranjeras y el resto de haber hecho productivo lo que los gobiernos regionales, locales y municipios tienen sin uso.
En total, indicó, son 28 millones de dólares que se logró recaudar.
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