El ministro del Interior dijo que la Policía Nacional vigila las manifestaciones públicas de la infiltración de condenados por terrorismo.
A pocos días de la liberación de la condenada por terrorismo Maritza Garrido Lecca, el ministro del Interior Carlos Basombrío sostuvo que la Policía vigila la infiltración de miembros del grupo terrorista Sendero Luminoso en manifestaciones públicas. También comentó que muchos liberados se han “arrepentido por completo”.
“¿Qué podemos hacer como Policía Nacional con las personas que han cumplido su condena? Hay cosas que no podemos hacer porque la ley nos lo prohíbe. La ley fría dice que si ya cumplió su condena, ‘se acabó’. A mí no me gusta. Menos de los que no se han arrepentido. Creo que hay muchos de ellos que se han arrepentido por completo y han tratado de hacer otra vida. Pero no los queremos en el Estado”, dijo Basombrío durante una conferencia de prensa.
Saldrá en libertad. El procurador antiterrorismo Milko Ruiz dijo que la liberación de Garrido Lecca está prevista para el 11 de setiembre. Hace 25 años, la bailarina de ballet fue detenida en su casa de Surquillo junto a su novio Carlos Incháustegui por agentes del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN). La joven pareja escondía en su casa al máximo cabecilla Abimael Guzmán.
El ministro Basombrío explicó que una de las acciones que ha tomado la Policía Nacional frente a la liberación de condenados por terrorismo es vigilar su infiltración en manifestaciones públicas. “Por ejemplo, en esta de las maestros, nosotros hemos documentado a lo largo de los días en la Plaza San Martín un montón de ellos. Yo he presentado sus rostros en el Congreso. Había varios salidos de la cárcel de Sendero Luminoso interactuando con los Sute Conare”.
Leyes claras. La ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, dijo que los liberados por terrorismo se reincorporan a la sociedad donde están sujetos a leyes que prohíben la violencia. “Esperamos que no se incurra en el delito de apología porque estaremos atentos. No nos toma el terrorismo como en los 80 o 90 sin una legislación que pueda perseguirlos”, comentó.
Garrido Lecca fue procesada por un tribunal militar sin rostro y condenada a cadena perpetua por el delito de traición a la patria y enviada al penal de Yanamayo en Puno, donde purgó condena hasta el año 2001. En el 2002, su sentencia fue anulada y se ordenó un nuevo proceso para ella por el delito de terrorismo en agravio del Estado. En el 2006, fue condenada a 25 años de cárcel.
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