El analista político Jeffrey Radzinsky indicó que no ha existido debate sobre la prohibición de los partidos regionales. En esa línea, dijo que “no es correcto”, que se realice una modificación constitucional sin que se discuta.
El analista político Jeffrey Radzinsky consideró este miércoles como positivo que el Pleno del Congreso haya aprobado en primera votación la reforma constitucional que permite la reelección de autoridades locales y regionales; sin embargo, cuestionó que se haya incluido de “contrabando” la prohibición de los movimientos regionales.
En declaraciones a Nunca es tarde de RPP, Radzinsky sostuvo que no ha existido debate respecto de la prohibición de los partidos regionales, algo que a su criterio “no es correcto” debido a que se trata de una modificación constitucional que requiere discusión.
Explicó que, si bien es necesario que los partidos nacionales sean fortalecidos, estos deben tener primero normas que regulen las conductas de sus militantes. En esa línea, sostuvo que dichas organizaciones no necesariamente cuentan con una gran estructura para poder tener representación a nivel nacional.
“En este momento hay 28 y probablemente hayan más de 30 en pocos meses. Entonces tampoco es que las organizaciones políticas nacionales tengan gran estructura o puedan cubrir todo el territorio nacional y el tema de los movimientos regionales tiene un sentido para potenciar liderazgos locales, o sea merece una discusión”, dijo.
“El tema de fondo, lo que subyace a todo esto. Cualquier modificación constitucional tiene que ser profundamente debatida, porque debería tener una proyección en el tiempo y eso es lo que se está tomando a la ligera”, sostuvo sobre lo aprobado en el Pleno.
Sobre reelección de autoridades regionales
En cuanto a la aprobación de la reelección de autoridades locales y regionales, Radzinsky indicó que es “saludable” que el Congreso corrija su postura respecto de este tema y levanten la prohibición que se impuso a la reelección en 2015.
“Creo que es positivo que se permita la reelección de autoridades locales y regionales, de hecho, cuando se prohibió en 2015 y fue muy aplaudido y muy popular hubimos algunos que criticamos esta medida, era el típico populismo, que no tenía el correlato en democracias más desarrolladas que evidencien que es una buena medida”, manifestó.
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