Columna | La Justicia en cuarto intermedio

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Existen expresiones en la vida parlamentaria que a fuerza de ser usadas pierden el rastro de su origen. Por ejemplo “Salón de los Pasos perdidos” que remite a una estación de tren de París. Pero también “curul”, que procede del lenguaje mobiliario del Senado romano, o “hemiciclo” que viene de la arquitectura teatral griega.

Más incierta es la expresión “cuarto intermedio”, usada desde el siglo XIX. Muchos creen que se trata de un espacio o cuarto neutral destinado a favorecer el acuerdo entre partes contrapuestas. En verdad, “cuarto” parece venir de “el cuarto de hora”, tiempo prudente para calmar los ardores y retomar el espíritu de compromiso.

En cualquier caso, “el cuarto intermedio” ha sido el recurso utilizado para evitar que el entrampamiento político, la fragmentación de las bancadas y la soberbia de los jefes impidan una Reforma de la Justicia que ha sido votada por el pueblo peruano. En este caso, no se trata de un cuarto de hora de intermedio, sino de un receso que se prolongará hasta el viernes. La esperanza es que en el Pleno convocado para mañana pueda primar el sentido de responsabilidad, ausente las últimas semanas.

No alcanzaron los votos

En concreto, se necesitaba alcanzar 66 votos para crear la Junta Nacional de Justicia. Se votó una primera vez y solo se obtuvo 55 votos. Se votó una reconsideración y se llegó a 61. Más de treinta congresistas no asistieron. Votaron en contra las dos bancadas de izquierda, pero también algunos prominentes congresistas oficialistas como Mercedes Araoz y Carlos Bruce. Ambos argumentaron que el dictamen aprobado en la Comisión de Constitución, presidida por Rosa Bartra, había excluido la paridad de género.

Es decir se repitió el argumento que llevó al presidente Martín Vizcarra a promover el NO a la cuarta pregunta del referendo, referida al restablecimiento de un sistema parlamentario con dos Cámaras. Lo que corresponde ahora es que se vote por el dictamen elaborado por otra Comisión, la de Justicia. Si ambas comisiones hubieran sesionado juntas o si hubieran intentado consensuar sus respectivos dictámenes, no estaríamos ahora ante esta situación de precariedad institucional: necesitamos que entre en funcionamiento cuanto antes un Órgano autónomo capaz de evaluar, nombrar y sancionar jueces y magistrados.

Por si hiciera falta recordarlo, en el mes de abril vence el plazo de desactivación del Consejo Nacional de la Magistratura, que ya sabemos cómo funcionaba para garantizar la impunidad y controlar el Poder Judicial.

Estrategias en el Congreso

El estrepitoso fracaso del Pleno de la noche no fue sino la continuación de la penosa sesión del Consejo Directivo que fue boicoteada por los congresistas de la Alianza apro-fujimorista. Esta vez el quorum pudo ser conseguido gracias al gesto de los tres vice-presidentes, que recordaron que no representan a su bancada de origen sino a todas las bancadas.

Salaverry sentenció: “Comprendo que Fuerza Popular tenga una estrategia para reponerse de su pérdida de la mayoría, pero debería adoptar una estrategia que no colisione con los intereses del país”. El Consejo Directivo confirmó la existencia de tres nuevas bancadas, conformadas por Congresistas que por razones de conciencia decidieron renunciar a sus bancadas de origen. Y dando la sorpresa, se presentó una cuarta bancada nueva, Acción Republicana.

Sin embargo, su legitimidad es cuestionada por figurar entre sus miembros el congresista Salvador Heresi, quien sigue siendo secretario general de Peruanos por el Kambio. Los conflictos políticos bordearon las insinuaciones de malas prácticas adquisitivas, en particular entre Daniel Salaverry y Luz Salgado. Ese era el clima en el que se entrampó la la Reforma Judicial. Esperemos que la salve el Cuarto Intermedio.

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