En julio próximo se acaba el año legislativo y, ante una alta inestabilidad política, la elección de la próxima Mesa Directiva del Congreso de la República cobra vital importancia. ¿Existe alguna figura capaz de generar consensos en el Parlamento?
La Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Parlamento aprobó el informe que plantea declarar una denuncia constitucional contra la vicepresidenta Dina Boluarte. Mientras tanto, el presidente Pedro Castillo —quien a finales del 2021 se salvó de la vacancia— ha sido citado por la Fiscalía para declarar por el presunto caso de corrupción en el caso Provías Descentralizado - Puente Tarata. Por su parte, la actual presidenta del Congreso, Maricarmen Alva, decretó que que el año legislativo se extenderá hasta el 8 de julio.
En este contexto de inestabilidad política, y sin un segundo vicepresidente (Vladimir Cerrón está condenado por corrupción) cobra una mayor relevancia la elección de la próxima Mesa Directiva del Congreso de la República. Esto debido a que, en medio de una inestabilidad política innegable que podría terminar, en el peor de los casos, con el Perú sin presidente ni vicepresidenta, sería el próximo presidente o presidenta del Congreso quien asumiría el poder de manera transitoria para convocar a elecciones.
Ante esta situación, que ya vivimos antes tras la vacancia del expresidente Martín Vizcarra, nos preguntamos si existe una figura capaz de generar el consenso necesario en un Congreso extremadamente fragmentado.
"Ante una situación de alta inestabilidad política, en la cual no sabemos cuánto va a durar el cargo de Pedro Castillo, la elección de la Mesa Directiva es fundamental", opina la politóloga Katherine Zegarra. "En ese sentido, quien presida el Congreso tendría que ser un parlamentario que no esté ligado a casos de corrupción como actualmente sucede, con parlamentarios que habrían estado relacionado a posibles casos de corrupción con el Gobierno", agrega.
Por su parte, el especialista del Centro Wiñaq, Fernando Tincopa, dice que “los valores que debería tener el presidente o presidenta del Congreso son aquellos que implican capacidades democráticas que permitan moderar discusiones y sentar en la mesa de discusión a partidos políticos de polos extremos". El politólogo agrega que "eso difícilmente podría ser algo que uno encuentre en algunos de los cuadros más representativos de [los partidos de] la oposición y, posiblemente, sea algo que también haga inviable que la siguiente Mesa Directiva vaya terminar siendo la que reemplace al presidente en un posible escenario de vacancia".
Los atributos de la máxima autoridad en el Congreso
El próximo presidente o presidenta del Congreso debería tener un perfil dialogante y generar confianza en los peruanos, algo difícil de encontrar en un poder Legislativo que cuenta con un alto nivel de desaprobación, comenta Katherine Zegarra. "Debe ser una o un congresista que sea parte de la oposición. Pero no aquella que es totalmente férrea, sino aquella que haya cumplido con fiscalizar al Gobierno, pero también que no haya apoyado las contrarreformas. Es decir, que tenga una agenda de bien común, en lugar de una agenda a favor de intereses particulares".
Para Fernando Tincopa es muy complicado encontrar en el actual Congreso un prospecto como el descrito. "No existen, de momento, perfiles que cumplan requerimientos que hagan legítimo al próximo presidente del Parlamento como aquel que pueda ser representativo no solamente de su propio partido político, sino de los otros partidos políticos", sostiene.
En la próxima elección de la Mesa Directiva del Congreso se formará un eje de disputa en el que confluirán los intereses de prácticamente todos los partidos políticos, asegura Fernando Tincopa. "Difícilmente van a poder encontrar un punto de equilibrio que beneficie, al menos, a la mayoría de los actores involucrados en ese juego".
El politólogo opina que esto es así porque en un escenario de vacancia, el próximo presidente del Congreso puede ser el próximo presidente de la República. "Esto eleva los requisitos para la elección de ese cargo. El pasado que tenemos de Manuel Merino hacía pensar que la oposición podía creer que es suficiente solo el respaldo de los votos para la designación como presidente del Congreso, pero no ver que es más importante incluso la legitimidad que recubre ese cargo". Incluso, Tincopa no descarta otro escenario, uno en el que, con la vacancia aprobada, se reestructuren los poderes en el Parlamento. "Es probable que en el momento de la vacancia se reestructuren de nuevo los intereses y las fuerzas políticas. Y eso haga que el escenario sea aún menos previsible".
Así nos acercamos al cierre del primer año de este Congreso, con una legislatura que se extenderá, pero que terminará eligiendo a su nueva Mesa Directiva en las próximas semanas.
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