Hace ya dos décadas que el Estado ha dejado de hacer su tarea en materia de educación pública. En lugar de aprender, las autoridades desaprenden las lecciones que nos dieron aquellos niños que, sentados en un ladrillo, escuchaban a sus profesores con la esperanza de tener una carpeta y un colegio nuevo; no de esteras, de material noble, como finalmente ocurrió. A diferencia de aquellos años, el estado se ha quedado solo en la teoría sin llegar a la práctica.
Según la teoría, en nuestro sistema educativo el Estado debe participar de manera comprometida, respetando la libertad de definir los alcances elegidos por los padres de familia; pero en la práctica, no es así. Los padres, quienes por obligación y derecho se encargan de la educación de sus hijos, ven con gran preocupación que no se les garantiza una educación pública y privada de calidad, con una visión integral e inclusiva.
Lamentablemente ha tenido que ocurrir una pandemia para que las autoridades tomen conciencia de que las serias deficiencias del sistema educativo lo están llevando a la unidad de cuidados intensivos.
Así como el conocer cifras y estadísticas en estos días de pandemia es absolutamente necesario para ser concientes de la realidad y definir las acciones a tomar, también es absolutamente necesario, pese a los números alarmantes, conocer las cifras de la educación peruana: Conforme a la ECE, al 2019,de cada 10 estudiantes en el sector no estatal, 2 estudiantes tenían el nivel de desarrollo de competencias adecuados en lectura o matemática, mientras en el sector estatal solamente 1.En el ámbito rural, de 10 estudiantes, ninguno tiene el nivel adecuado de desarrollo de sus competencias en ambos vectores.
El Censo Escolar al 2018, señala que los locales escolares estatales en buen estado era del 19%, es decir 1 de cada 5; siendo peor la condición en las zonas rurales. Y solo el 31% de los locales escolares estatales cuentan con acceso a electricidad, agua y desagüe a la vez.
Existe una enorme brecha digital, en las familias con niños menores de 16 años, esto es, en edad escolar, un promedio del 50% tienen acceso a internet y una computadora. No podemos hablar de educación virtual si la mitad de los peruanos en edad escolar no tienen una computadora en casa o acceso a internet. Es vital elaborar una política de educación a distancia, facilitar el acceso a una Canasta Tecnológica (Tablet o laptop, smartphone con acceso a internet de banda ancha), así como dotar de equipos de internet a las zonas rurales y urbanas de limitada accesibilidad, con apoyo de la empresa privada; asegurando tarifas sociales a los hogares rurales.
Pensando en esos niños y jóvenes cuyo futuro es amenazado por estas crudas cifras de la realidad, nuestro “Plan Rescate 2021 - 2026” considera una estrategia nacional para reformar el sistema educativo; tomando decisiones y resolviendo la problemática de los docentes y directivos de los colegios, haciendo cumplir una eficiente ejecución del presupuesto del sector, agilizando los proyectos de inversión pública en infraestructura y equipamiento educativo, permitiendo la culminación de los estudios de los alumnos de las universidades e institutos con licenciamiento denegado.
El reto en los 90's fue construir un colegio por día con material noble en lugar de esteras. El reto de nuestro “Plan Rescate 2021 - 2026” es construir un mejor sistema educativo cada día, con material noble y resistente, garantizándoles a los padres de familia que sus hijos tendrán una educación pública y privada de calidad, con una visión integral e inclusiva.
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