Las elecciones “primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias” fueron suspendidas por la emergencia sanitaria. Sin embargo, los entes electorales sí organizarán y fiscalizarán los procesos de democracia interna de cada organización política.
En una sesión conjunta de la semana pasada, los organismos del sistema electoral -ONPE, JNE y Reniec- acordaron proponer que las elecciones internas de los partidos se realicen entre el 19 y el 27 de diciembre próximos. Además, convinieron en que el 11 de enero de 2021 venza el plazo de presentación de listas oficiales de aspirantes de cada organización política para las elecciones generales de abril. Ambas sugerencias serán evaluadas y votadas por el Congreso de la República, luego de que el JNE las tramite en forma de proyecto de ley.
De acuerdo con la Ley Nº 30998, que en agosto de 2019 modificó la Ley Orgánica de Elecciones, para lo sucesivo se esperaban elecciones primarias abiertas, simultáneas, obligatorias, con voto presencial y, por primera vez, fiscalizadas por la ONPE. Sin embargo, debido a la pandemia COVID-19, el Congreso aprobó una excepción a esta norma. En su lugar, se dispuso la realización de comicios internos con diferencias de mecanismo, aunque igualmente organizados y vigilados por los entes electorales.
Democracia interna como parte de la reforma política
La realización de elecciones internas en las organizaciones políticas no es negociable. La diferencia es que, antes de que se regularan las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (conocidas en siglas como “PASO”), los partidos y movimientos políticos realizaban comicios internos sin ninguna participación de los organismos electorales. Entonces, con la reforma plasmada en la Ley Nº 30998, se introdujo el sistema de “democracia interna”. Esto, a fin de que el procedimiento sea más transparente.
Así nos lo recuerda la politóloga y ex integrante de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política, Milagros Campos Ramos. “[Los partidos] ya estaban obligados a hacerlas [elecciones internas], pero lo que eventualmente pasaba era que realizaban un ‘remedo’ de elecciones que no garantizaban un proceso adecuado y uniforme”, dijo para este informe.
La democracia interna de los partidos es de las pocas reformas políticas que se han concretado con suficiente antelación para las Elecciones Generales de 2021. No obstante, a consecuencia de la emergencia sanitaria, se prevén algunas consideraciones especiales.
Dos sistemas: “Un militante - un voto” y votación por delegados
El pasado 7 de agosto, el Congreso aprobó normativa transitoria a efectos de formalizar estas elecciones internas extraordinarias. Pese a que la ONPE y el JNE habían sugerido -en exposiciones y comunicados- que lo ideal era establecer un solo mecanismo de votación entre los partidos, el Legislativo decidió por permitir dos: el de “un militante - un voto” (el recomendado por los organismos electorales) y el de votación por delegados.
La Ley Nº 31038, publicada el 22 de agosto a consecuencia de lo que aprobó el Congreso, establece que las elecciones de “un militante - un voto” son inmediatas, mientras que las de delegados implican dos procesos.
La politóloga Milagros Campos nos explicó en qué consiste lo de “un militante - un voto”: “En una situación normal, lo que debía ocurrir es que cada partido tenga su proceso de democracia interna de acuerdo con sus estatutos y que, producto de eso, hubiera propuesto su lista para ir a las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias. Lo que ha ocurrido acá es que se ha eliminado ese proceso en razón de la pandemia y ha quedado solamente el proceso de democracia interna. Este proceso de democracia interna, lo que ha dicho la Comisión de Constitución del Congreso, es que tiene dos modalidades: primera modalidad es mediante votación de un afiliado, un voto. Quiere decir que, si el partido tiene veinte mil, diez mil o cuatro mil afiliados, todos deberían estar en condiciones de participar eligiendo a quienes van a ser candidatos en el proceso electoral de 2021”.
Paula Muñoz Chirinos, también politóloga y ex comisionada para la Reforma Política, destacó para este informe que la modalidad “un militante-un voto”, de un solo paso, es la más sencilla para el escrutinio del voto electrónico. “Ahí lo que la ONPE propuso -dentro de lo que sería técnicamente más viable, dadas las condiciones sanitarias y el poco tiempo- es que se hagan elecciones internas para que los partidos elijan a sus candidatos mediante voto electrónico no presencial, usando un mecanismo de ‘un militante-un voto’; es decir, previa actualización de los padrones y que esos padrones se pasen a un formato electrónico”, señaló.
Antes de la reforma sobre democracia interna de 2019, ya existía un mecanismo que se utilizaba a menudo para los comicios internos de los partidos: el de elección por delegados. Para este proceso, se utiliza el sistema “un militante - un voto”, donde los afiliados eligen a alguien que los represente (delegado). Posteriormente, estos grupos de delegados votan por los aspirantes a candidatos.
“Esta elección mediata [de delegados] genera un poco de desconfianza porque se considera que podría hacerse mediante un acuerdo en el que no haya claramente un proceso de selección de candidaturas y que pueda favorecerse. Yo creería que, en esta ocasión, no tenemos muchas opciones. Es decir, la pandemia nos ha llevado a tener que ajustar las reglas de cara a cumplir de todas maneras con el proceso electoral. Lo que sí pone en riesgo la democracia es la posibilidad de postergar elecciones y esa amenaza ha quedado claramente eliminada con la convocatoria a los comicios, con el marco legislativo del Congreso y con la designación del nuevo jefe de ONPE”, estima Milagros Campos.
Unos comicios internos marcados por la virtualidad
Como lo indicamos anteriormente, a diferencia de las elecciones generales, que sí se prevén presenciales, las elecciones internas de los partidos se darían -como proponen los organismos electorales- mediante el voto electrónico no presencial (VENP).
Fernando Tuesta, ex presidente de la Comisión de Alto Nivel para la Reforma Política, afirmó para este texto que la emergencia por la COVID-19 obliga a establecer alternativas que limiten la presencialidad y el agolpamiento de personas. Es por ello que, en primer lugar, se suspendieron las elecciones primarias abiertas y se optó por solo dejar el proceso interno. “Si bien nosotros [la Comisión] habíamos propuesto e impulsado las primarias abiertas, somos conscientes de que, en una situación como la pandemia, debiera evitarse el contacto, considerando que una elección es el mayor evento de contactos que puede ocurrir. Todavía tenemos una situación no controlada”, señaló Tuesta.
Respecto de la factibilidad de establecer el VENP para este proceso de internas en los partidos, Milagros Campos señala que no debiera generar problemas. “Creo que, en este momento,
Respecto de la factibilidad de establecer el VENP para este proceso de internas en los partidos, Milagros Campos señala que no debiera generar problemas. “Creo que, en este momento, tenemos la tecnología suficiente para que las elecciones partidarias de democracia interna, con la confianza que garanticen los técnicos en la materia, puedan darse. Ahora, aquí los actores principales son los partidos y los afiliados. Y son ellos los que, en concurrencia con las autoridades electorales tienen que definir cuál es el mejor mecanismo que se adapta a los afiliados de cada uno. Es cierto que hay un porcentaje muy alto de peruanos que no accede a Internet. Entonces, para ellos tendrá que darse el voto de manera presencial. Pero, en la medida que hay afiliados que acceden a internet, no veo razones para que no se implemente”, afirmó.
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