La educación debe ser un derecho prioritario, por tanto, solo debería estar a cargo del Estado, pero el modelo educativo que rige en el Perú establece la educación pública y la educación privada.
La educación pública debe fortalecerse con inversión. Los recursos deben ser destinados por lo menos en un 6% del PBI (producto bruto interno). Todos reconocen que los recursos destinados a la educación siempre es una inversión y no un gasto. Se necesita invertir en mejorar la infraestructura de los centros educativos estatales en todo el país porque según el Programa Nacional de Infraestructura Educativa (Pronied) aproximadamente 27,000 colegios están deteriorados y deben ser reconstruidos; se deben construir nuevas escuelas; además equipar laboratorios, actualizar bibliotecas, distribuir libros y cuadernos de prácticas, pero sobre todo dotar de internet a todos los colegios primarios, secundarios, institutos, escuelas superiores y universidades públicas. Este servicio que también ya es considerado un derecho humano debe llegar gratuitamente a cada estudiante peruano, especialmente a los que reciben educación a cargo del Estado. Este instrumento tecnológico se implementará con la adquisición de un satélite de telecomunicaciones cuya señal llegará al caserío mas alejado del Perú y al colegio más remoto de la sierra selva y costa. Debe tenerse en cuenta que el 70% aproximadamente de los locales educativos no tienen acceso al internet y el 40% de los docentes no poseen habilidades para usar tecnologías digitales en el aula.
Así mismo, es urgente atender las necesidades del magisterio nacional, de los profesores, de los docentes de las universidades públicas y de otros centros educativos de educación superior. Los educadores requieren capacitación, actualización, cursos de post grado, especialización, apoyo en la investigación, innovación y mejores condiciones salariales. Desde hace un tiempo los profesores han sido satanizados y abandonados a su suerte. Esta situación se debe revertir para lograr que la labor educativa sea atractiva para los jóvenes y contribuya para que los estudiantes tengan educación de calidad y para que los profesionales se titulen y pongan en prácticas sus conocimientos para fortalecer el aparato productivo en el Perú.
Otro de los problemas de la educación pública es la falta de psicólogos que deben contribuir para que los niños y jóvenes puedan recibir su educación en convivencia pacífica y sean atendidos en los problemas y carencias que derivan de sus hogares. Según la contraloría el 89% de centros educativos públicos carecen de estos profesionales, por tanto, también se debe atender estas necesidades y destinar presupuestos para la contratación de personas que tienen que ver con la salud mental y calidad de vida de los estudiantes. En este sentido, es indispensable el cumplimiento de la ley anti bulyng que me permití promover y hacer aprobar en el parlamento nacional hace años.
De la misma manera también se debe fortalecer la Educación Básica Especial, preparando a los docentes para hacer los currículos necesarios y adecuados. Se debe tener en cuenta que son más de 92,000 escolares con discapacidad que reciben educación básica alternativa, regular, especial y técnico productiva.
Finalmente, la educación privada debe ser un servicio a favor del país y no convertirse en un negocio. Lamentablemente constatamos que algunos centros educativos fijan altas mensualidades por el servicio e imparten educación deficiente en locales inadecuados, sin la suficiente infraestructura y con profesores no bien remunerados, sin derechos laborales; por tanto, esta situación también debe ser resuelta para que la educación no sea un negocio sino un derecho que con dignidad reciban los niños y jóvenes peruanos.
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