El ministro del Interior confirmó que hay 96 investigados por el caso y dijo que "no quiere policías delincuentes".
El ministro del Interior, Carlos Basombrío, reveló que sus investigaciones indican que hay "indicios muy fuertes" de la existencia al interior de la Policía Nacional del Perú. En diálogo con el diario Perú 21, el miembro del gabinete habló sobre las investigaciones y las posibles sanciones a los implicados.
¿Existe el 'escudrón de la muerte? "Tengo indicios muy fuertes de que lo divulgado en los medios de comunicación es muy sólido y parece concordar mucho con lo que van encontrando las investigaciones durante su trabajo. No soy juez para señalar si son culpables o no, pero es mi obligación investigar un caso tan, pero tan grave".
Las investigaciones. "Hay tres investigaciones para esclarecer la situación de los indagados dentro de la Policía. Una en la Fiscalía de Crimen Organizado y dos en el Ministerio del Interior. Una que tiene naturaleza administrativa a cargo de la Inspectoría de nuestra institución para determinar responsabilidades y sanciones administrativas. La otra es una comisión de naturaleza más política que la preside el viceministro (de Orden Interno, Rubén Vargas). Se está reuniendo evidencia y tomando testimonios".
Posibles sanciones a los implicados. "Si se procede a sancionarlos administrativamente, se genera un problema legal por doble sanción. Entiendo que los principales responsables fueron pasados a disposición de recursos humanos. Es decir, han sido sacados de los lugares donde trabajaban. No es una sanción, sino una forma de evitar que estén en su unidad. Hay 96 policías involucrados, pero la cifra podría ampliarse. No se olviden que también hay que establecer hasta qué punto hubo responsabilidades por no evitar que esto continuara ocurriendo."
El modus operandi. "La acusación que hay es que hay policías que mataron a pequeños delincuentes haciéndolos pasar por grandes delincuentes para obtener beneficios profesionales y económicos. Ese es el meollo de la acusación".
Sobre quienes celebran estos actos como 'justos'. "Un policía que mata a un delincuente convierte al policía en un delincuente y yo no quiero policías delincuentes. En segundo lugar, ni siquiera era eso. Era un negocio, si es tan cierto como dicen".
Comparte esta noticia