Humala subrayó que es importante que Perú reconozca "los errores que se han cometido y tratar de subsanarlos".
El conflicto interno que dejó casi 70.000 víctimas en Perú entre 1980 y 2000 tiene a partir de este jueves un Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) en Lima, que plantea mantener los recuerdos de esa época y reconciliar a las víctimas de la violencia.
El sitio fue inaugurado en un acto al que asistieron el presidente Ollanta Humala, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, entre otras personalidades.
No repetir la historia
Humala afirmó que en este lugar se debe "zanjar con el pasado, avanzar en el fortalecimiento de la democracia y trabajar con una nueva mentalidad, con unas Fuerzas Armadas que trabajen con transparencia".
Destacó que "el actor fundamental" en este conflicto fue el Estado, que consideró que no estuvo presente en las poblaciones atacadas por el grupo terrorista Sendero Luminoso, y subrayó que es importante que Perú reconozca "los errores que se han cometido y tratar de subsanarlos".
Humala recordó que vivió "en carne propia la violencia y lo que ha sido la lucha contra el terrorismo", ya que fue un oficial del Ejército peruano durante esos años.
"Este lugar debe unirnos bajo el concepto de que nunca más deben volver este tipo de prácticas terroristas, debemos acá zanjar con el pasado, recordar para no volver a repetir la historia", enfatizó.
Decisión trascendental
Para el presidente de la comisión de alto nivel del Lugar de la Memoria, Diego García-Sayán, inaugurar este sitio "después de tantos años de sufrimiento y personas desaparecidas por la violencia" ha sido "una decisión de enorme importancia y trascendencia" porque supone un lugar de "reconocimiento a los peruanos y peruanas".
Exposiciones y actividades
En la exposición permanente se reflejan fotografías de la época con contexto histórico, testimonios e incluso vestimentas de poblaciones atacadas por el terrorismo, como la Asháninka, que perdió el 22 % de su población en la selva peruana, afectada por el terrorismo de Sendero Luminoso.
Una de las salas está ocupada por unas 20 pantallas, en cada una de las cuales una víctima de la violencia interna explica su historia, por lo que reúne testimonios de viudas, huérfanos, torturados y amputados.
Además de la muestra permanente, el LUM ofrecerá desde mañana exposiciones temporales, un centro de Documentación e Investigación y actividades culturales y académicas en su auditorio. EFE
Comparte esta noticia