El arzobispo de Lima, Carlos Castillo, dirigió la misa y tedéum por el 488 aniversario de Lima, ceremonia en la que participaron la presidenta Dina Boluarte; el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga; y el titular del Congreso, José Williams.
El monseñor Carlos Castillo dirigió la misa y tedéum en honor al 488 aniversario de la fundación de la ciudad de Lima, en la que participaron diversas autoridades. Durante el sermón, Barreto precisó que Jesús pondera a la persona por encima de la ley. Ello, en el marco de las protestas que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Congreso.
"Tenemos que ponernos al servicio de las personas humanas, concretas, especialmente de las que más sufren. Jesús descentra a quien cree que lo importante es la ley y no la persona. Y por eso usa de su autoridad para cambiarnos el centro de atención y ayudarnos. Pero, en segundo lugar, Jesús pregunta, interpela. Nos hace pensar y ponderar", dijo duramte la ceremonia.
"¿Qué permiten las llamadas leyes divinas?, ¿la muerte o la vida de las personas? Deberían permitir la vida, ¿verdad?", agregó.
Cabe destacar que la ceremonia contó con la participación de la presidenta Dina Boluarte; el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga; el titular del Congreso, José Williams; y algunos otros parlamentarios.
"Cuánto mal le hace a nuestros pueblos latinoamericanos la corrupción"
En otra parte, el monseñor Carlos Castillo señaló que las autoridades deben estar atentas a posibles situaciones de corrupción. Asimismo, consideró este problema como un virus social que afecta sobre todo a los menos favorecidos.
"Hace cinco años, el Santo Padre (Papa Francisco) entonces, al visitarnos, nos dijo que habíamos de fortalecer nuestra esperanza. Y puso dos puntos escenciales: el primero, el asunto de la corrupción. Trabajar unidos para defender la esperanza exige estar muy atentos a esa otra forma, muchas veces sutil, de degradación ambiental que contamina progresivamente todo el entramado vital: la corrupción. Cuánto mal le hace a nuestros pueblos latinoamericanos y a las democracias de este bendito continente ese virus social, un fenómeno que lo infecta todo, siendo los pobres y la madre tierra los más perjudicados", finalizó.
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