Al término de una Semana Santa con acontecimientos excepcionales, el gobierno debe anunciar nombramientos y planes. Ha pasado desapercibido el récord de continuidad democrática: pese a la corrupción hemos evitado la ruptura del orden constitucional
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Hemos vivido acontecimientos excepcionales a lo largo de la Semana Santa. El lunes presenciamos en las pantallas el incendio producido en la Catedral Notre Dame de París, el miércoles vivimos el impacto producido por el suicidio del expresidente Alan García y el día de ayer, Domingo de Resurrección, una serie de atentados terroristas contra iglesias cristianas y hoteles en Sri Lanka, la antigua isla de Ceylán. Esos acontecimientos nos confrontan a la vulnerabilidad de todo lo humano y nos recuerdan que la vida en sociedad requiere el perfeccionamiento permanente de las instituciones para reducir en la medida de lo posible las consecuencias de la injusticia, la negligencia y el fanatismo. Habiendo vivido un largo período de terrorismo, debemos repudiar lo sucedido en Sri Lanka, país de mayoría budista donde los Tigres Tamiles inventaron el “suicidio terrorista”, que solo más tarde sería usado por grupos islamistas.
Interrogatorio a Jorge Barata
La semana que comienza estará marcada por temas judiciales, sociales y políticos. Hoy conoceremos el calendario de la Junta Nacional de Justicia, la más importante institución judicial creada en los últimos años, destinada a evaluar, sancionar, nombrar y revocar a los altos magistrados. Desde el punto de vista de la lucha contra la corrupción, a partir de mañana y durante cuatro días los fiscales interrogarán a Jorge Barata, exsuperintendente de Odebrecht en el Perú. Se espera que Barata colabore, en el marco del Acuerdo firmado con la Fiscalía, para esclarecer varios casos de corrupción, en los que la constructora brasileña pagó coimas y se benefició de sobrecostos y arbitrajes trucados, facilitados por dirigentes de los últimos cuatro gobiernos elegidos. Al último de ellos, Pedro Pablo Kuczynski, la Justicia le impuso una prisión preventiva de tres años. El presidente del Tribunal Constitucional y el presidente Martín Vizcarra han afirmado ayer que en nuestro país se está recurriendo de manera sistemática a una medida que debería ser excepcional. En el caso de Kuczynski se añade su edad avanzada (80 años) y su delicado estado de salud cardiovascular.
Acuerdo con Fuerabamba
Desde el punto de vista social, es tarea del gobierno consolidar el acuerdo logrado con la comunidad de Fuerabamba, cuestionado los últimos días. El primer ministro Salvador del Solar vendrá a Ampliación de Noticias para explicar el plan global que el gobierno ha elaborado para favorecer el desarrollo de las comunidades campesinas, y en general el de la provincia apurimeña de Cotabambas. Del Solar deberá expresarse también sobre el nombramiento de los nuevos ministros de Transportes y de Vivienda. Se trata de dos carteras que disponen de importantes presupuestos, por lo que su acción es determinante para la inversión pública, en áreas tan importantes como la conectividad vial, la construcción y el acceso al agua y al desagüe. También depende de esos ministros el nombramiento de los miembros de la Autoridad del Transporte Urbano (ATU), responsable del ordenamiento vial del espacio de Lima y Callao, que concentra más de una tercera parte del parque automotor de nuestro país.
Democracia en consolidación
En estas circunstancias, ha pasado desapercibida una fecha que debería ser motivo de reflexión. Hemos alcanzado el período más largo de continuidad democrática en la historia de nuestra República, superando al que era hasta ahora nuestra referencia más extendida: el período que inauguró Nicolás de Piérola en septiembre de 1895 y que se prolongó hasta el golpe de Estado contra Guillermo Billinghurst en febrero de 1914. En total hemos vivido 6,724 días sin ruptura del orden constitucional, desde que Valentín Paniagua fuera elegido por el Congreso en noviembre del 2000. Ese período ha permitido también la más grande reducción de la pobreza, mortalidad infantil y analfabetismo de nuestra historia. Aunque los gobernantes hayan podido decepcionarnos, nuestras instituciones han resistido a la vieja tentación del caudillismo y las falaces soluciones autoritarias.
Las cosas como son
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