Confianza a Gabinete Torres, un ensayo para vacancia presidencial [COLUMNA]

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El gabinete de Aníbal Torres obtuvo esta madrugada el voto de confianza. Es muy poco probable que el contenido de su discurso haya convencido pese a su voluntad de definir su actitud política como una búsqueda de “consensos” y rectificaciones. Torres prefirió recurrir a una larga de lista de temas puntuales, en el estilo de los discursos de investidura de los años sesenta que merecieron un comentario mordaz de Luis Alberto: “Solo faltaba el horario de las boticas”. Lo importante era quizás lo que Torres silenció: no se mencionó el tema de la Asamblea Constituyente, ni expropiaciones, ni clausura de minas, ni aumentos de impuestos. Al revés, el gobierno parece asumir como rumbo la adhesión a la OCDE, lo que supondrá serias rectificaciones de algunas de las deficiencias más notorias: nombramientos idóneos, gestión pública con transparencia y meritocracia, lucha efectiva contra la corrupción.

Hay que destacar la referencia a la eventual incorporación al gabinete de más mujeres, lo mínimo que se podía esperar en el Día Internacional de la Mujer. Pero uno puede preguntarse por qué no se hizo antes de la presentación, y así hubiera ahorrado al país los procedimientos de censura, comenzando por el del ministro de Salud Héctor Condori. Más que para ratificar a Aníbal Torres, la votación sirvió como un ensayo general de la segunda tentativa de vacar al presidente Castillo, cuya moción fue presentada ayer. Castillo obtuvo la confianza gracias al voto dividido en AP, APP, Podemos y Somos Perú. La vacancia requiere más votos que la negación de confianza. Castillo necesitará más que palabras si de verdad pretende entrar a un período de rectificaciones y consensos. Comenzando por repudiar los actos de violencia que algunos de sus seguidores volvieron a cometer anoche contra reporteros que hacían su trabajo: el de informar la verdad de lo que pasa.

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