Dina Boluarte asume la responsabilidad de un Estado gravemente afectado por la falta de idoneidad de los funcionarios nombrados por Pedro Castillo y por la actitud sectaria de muchos de ellos.
Escucha el canal de podcast de Las cosas como son en RPP Player.
Corresponderá a la Justicia determinar quiénes participaron en la tentativa de golpe de Estado que el expresidente Castillo anunció el miércoles. ¿Quiénes redactaron el discurso, quiénes asistieron a su emisión, quiénes lo alentaron y lo acompañaron hasta que se resignó al fracaso y pasó a buscar asilo en la embajada de México?
Ya no se puede seguir mintiendo y negar que Castillo intentó huir del país, es decir obstruir a la Justicia que inevitablemente buscaría establecer responsabilidades y sancionar una violación flagrante del orden constitucional. Basta volver a escuchar el discurso pronunciado la noche del martes para confirmar la doblez de Castillo y disipar toda duda sobre su facilidad para mentir y profesar valores en los que nunca parece haber creído: la democracia, la honestidad, el rendimiento de cuentas.
Lo que corresponde a la clase política es colaborar con la formación de un gabinete de unidad nacional. Lo que supone aceptar que si todas las corrientes democráticas estarán representadas, ninguna de ellas quedará del todo satisfecha. Pero la selección de los ministros no solo debe responder a un criterio de representatividad política. Tan importante como eso es la capacidad de gestión, es decir de ejecutar presupuestos.
Dina Boluarte asume la responsabilidad de un Estado gravemente afectado por la falta de idoneidad de los funcionarios nombrados por Castillo y por la actitud sectaria de muchos de ellos. Los chats de Betssy Chávez, por ejemplo, muestran hasta qué punto el maniqueísmo la cegó respecto a la arbitrariedad que contribuyó a perpetrar. En los ministerios, prefecturas y entidades públicas hay miles de funcionarios que entraron para pagar favores, organizar negociados o formar una base clientelar. La tarea más urgente del próximo gabinete es poner el Estado al servicio de la reactivación y en lucha contra la corrupción. La primera señal será la designación del presidente el Consejo de Ministros.
Las cosas como son
Comparte esta noticia