Los escenarios políticos de la última crisis entre Congreso y Ejecutivo [ANÁLISIS]

El Gobierno ya no solo se enfoca en la emergencia sanitaria por la COVID-19 o en paliar la crisis económica, originada por la pandemia, ahora también se abrió un frente más con el Congreso. Desde su instalación en marzo pasado, el Parlamento ha aprobado medidas que van en sentido contrario a las promovidas por el Ejecutivo del presidente Martín Vizcarra, que sin representación parlamentaria ve cada vez más difícil su relación con este poder del Estado.

El último domingo y tras una ola de críticas de diferentes sectores, los congresistas aprobaron una reforma constitucional para eliminar su inmunidad. Sin embargo, también aprobaron reformas similares para otros altos funcionarios, incluido el presidente de la República. Ese día más temprano, Vizcarra había anunciado que sometería a un referéndum su propuesta sobre la eliminación de la inmunidad parlamentaria, lo que motivó en gran parte una apurada sesión virtual del Hemiciclo y que en menos de cuatro horas se cambiaran cinco artículos de la Constitución sin mayor debate o deliberación al respecto.

Las modificaciones realizadas tendrán que ser votadas nuevamente en la siguiente legislatura. Si de nuevo se vota mayoritariamente a favor, la reforma constitucional se habrá consumado.

El lunes, el presidente Vizcarra se pronunció sobre las reformas aprobadas y las calificó de “ardid para mantener la inmunidad parlamentaria”. En las últimas horas, renombrados constitucionalistas han presentado su renuncia al Consejo Consultivo de la Comisión de Constitución, presidida por Omar Chehade, en rechazo a la manera de cómo se han aprobado las últimas modificaciones a la Constitución. Ayer por la tarde, el presidente Vizcarra convocó al Consejo de Estado para buscar una salida a la crisis y firmó el Decreto Supremo para la convocatoria a elecciones generales del 2021.

Un Congreso atento a la presión popular

Para el analista político José Carlos Requena, lo ocurrido entre Ejecutivo y Legislativo constituye una crisis por la irresponsabilidad de ambos actores. “La Constitución aspira a la perdurabilidad y el modo  cómo se ha manoseado en tiempos recientes es la verdad muy preocupante”, indicó.

El nuevo Congreso desde su instalación, que coincidió con las medidas de confinamiento para evitar la propagación del nuevo coronavirus, ha aprobado proyectos calificados como populistas o con poco rigor técnico. Por ejemplo, el retiro del 25% de las AFP, la formalización del taxi colectivo. Ahora buscan aprobar medidas como el retiro de fondos de la ONP o brindar facilidades para el pago de deudas.

“A este Congreso le falta un año de gestión y lo que hemos visto hasta ahora este parece un Congreso muy atento a las presiones populares. Es necesario que actúen con gran responsabilidad siendo conscientes de que las cosas que deciden podrían perdurar por buen tiempo o que las cosas que se aprueben después pueden ser muy difíciles de modificar”, indicó Requena.

Vizcarra, un político difícil de leer

Martin González Escobar, abogado y docente de la Universidad de Lima, indicó que los actuales congresistas han mostrado poco aprecio por las instancias parlamentarias donde debe primar el debate de las iniciativas legislativas.

“Han hecho acrobacias para mostrar que debaten durante horas, pero en la práctica quien conoce el sistema parlamentario sabe que los debates deben comenzar y son muy intensos a nivel de comisiones. El problema es que los parlamentarios prescinden de las comisiones. Me pregunto incluso para qué las han instalado y para qué han procedido a contratar personal si van a pasar por encima de comisiones. Ese es el primer gran problema. Han malentendido el debate circunscribiéndolos solo al debate del Pleno, que es donde los debates terminan, pero no donde deben comenzar”, manifestó.

González Escobar también consideró que el presidente Vizcarra ha demostrado “tener reflejos políticos muy rápidos cuando de confrontación política se trata”. “Creo que vio la oportunidad, además de que el Congreso se esforzó en darle la oportunidad para mostrar eso”, añadió.

Para el docente, de concretarse las reformas, éstas serán objetadas ante el Tribunal Constitucional donde muy probablemente terminarán siendo declaradas inconstitucionales. “La suspicacia de algunos es entendible: que están aprobando proyectos de reforma para que la tribuna aplauda, sabiendo que nada va a cambiar, porque simplemente el TC se va a traer abajo todas sus reformas. Cambio todo para no cambiar nada”, afirmó.

Percy Medina, jefe de misión para Perú de IDEA Internacional, se mostró optimista en que Ejecutivo y Legislativo lleguen a un acuerdo para encontrar el marco adecuada para regular los mecanismos de la inmunidad y el antejuicio.

“Creo que los interlocutores deben sentarse a reflexionar en conjunto con calma y buscar un nuevo consenso. No creo que nadie pueda estar contento con un ambiente de confrontación y tensiones. Esta es una buena oportunidad para reencaminar el dialogo. Este Congreso y este Ejecutivo tienen más de un año por delante y en condiciones especialmente difíciles. Sería ideal de que empiecen a ver la posibilidad de ponerse de acuerdo en qué cosa ponerse a trabajar y hacer en conjunto en los doce meses que hay por delante”, afirmó.

Ejecutivo sin bancada

Los tres especialistas coincidieron en señalar que esta nueva confrontación entre poderes es consecuencia de que el Ejecutivo no haya optado por presentar una lista al Congreso para tener representación.

Para Requena, se trata de una negligencia que ha dejado al presidente Vizcarra “en una orfandad tal que lo expone a que tenga que recurrir a actos como el del domingo”.

“Creo que todos los gobiernos por lo menos en una situación de división de poderes es necesario que tengan un soporte parlamentario. Con algo de ingenuidad o con algún calculo que yo no sé entender por donde vaya, el presidente optó por no tener representación parlamentaria. Eso seguramente puede ser bien recibido, pero es dejar un espacio de debate absolutamente necesario para un gobierno democrático”, apuntó.

Por su parte, González Escobar cree que es probable que el presidente haya considerado más sencillo no comprometerse con lo que iba a suceder durante el corto periodo congresal. “Hoy le debe pesar, creo que el Gobierno hubiera tenido una bancada importante si hubiera atrevido a presentarse. Es bien difícil leer la mente del presidente. Viene de un gobierno regional donde la política es reactiva. Están acostumbrados a reaccionar rápidamente a las crisis permanentes que se arman en sus regiones”, señaló.

Percy Medina consideró que el Gobierno debe estar preguntándose mucho este asunto en los últimos meses. “Deben estar preguntándose si fue una buena o mala decisión, porque es difícil tender diálogo con un Congreso donde el Gobierno no tiene bancada propia. Es usual en diferentes países que la bancada de Gobierno sea la articuladora en el Congreso del diálogo y acuerdo con otras fuerzas políticas”, dijo.